Visitas de las páginas en total

lunes, 16 de octubre de 2023

Sitges 2023: Palmarés

La película argentina 'Cuando acecha la maldad' se lleva el premio a mejor película en Sitges 2023

 

Es la primera vez que una película hispanoamericana se alza con el máximo galardón en los 56 años de historia del Festival de Sitges 


El actor Ezequiel Rodríguez (izq.) y el director Demián Rugna de la película ganadora de Sitges: 'Cuando acecha la maldad'


Les confieso que el día en que proyectaron 'Cuando acecha la maldad' tuve que levantarme a las 6:40 de la mañana pues ese martes, 10 de octubre, comenzaba la jornada de Sitges con un  plato muy apetecible: a las 8.15 en el Auditori Meliá se proyectaba 'Pobres criaturas' de Yorgos Lanthimos, recién ganadora del León de Oro en Venecia. Comprendí que tras degustar caviar, todo lo que viniera después me sabría a Gula del Norte. 
 
La película del argentino se proyectaba a las 18:00 y ya me había metido entre pecho y espalda otras dos más: 'Best Wishes to All' del japonés Yûta Shimotsu, que parte de una idea muy interesante como es que para que uno sea feliz debe haber alguien que sea infeliz, vamos que pague la fiesta del otro; sin embargo, la puesta en escena es pobretona y con escenas que no sabes si son pretendidamente cómicas o no. La segunda era la argentina 'La extorsión' de Martino Zaidelis, que narra la historia de un veterano piloto comercial, encarnado por el siempre convincente Guillerno Francella, que es extorsionado por el servicio de inteligencia de su propio país. Se deja ver con facilidad, la misma facilidad con la que se olvida.
 
Esto de ingerir tanto al día -Sitges es un buffet libre con 369 obras cinematográficas repartidas entre las diferentes secciones en 7 salas- provoca una borrachera audiovisual, surgiendo en tu cabeza un efecto distorsionador: una especie de hartazgo inmediato de todo aquello que no despierta tu interés en los primeros minutos. Me pasó con la película ganadora de Demián Rugna. Desde el mismo arranque, no entré. Estamos en una casa de labor, dos hermanos oyen de madrugada varios disparos. Se arman y salen a averiguar qué es lo que ha ocurrido. Por el camino, descubren el resto de un cadáver de cintura para abajo. Al acercarse a una casa para averiguar algo más, hallan a un "embichado", es decir, en jerga argentina un hombre postrado en la cama, extremadamente hinchado, lleno de pústulas, infectado por fuerzas malignas. No entiendo nada de lo que se narra, ni por qué actúan unos matando reses, que se suponen malditas, ni a qué se debe ese pánico. Desde ese momento, la cuestión será deshacerse de aquellos "embichados" sin usar armas de fuego contra ellos, porque eso puede desencadenar la maldición en aquel que haya disparado y ser poseído por el Mal.
 
Una huida constante de toda la familia del protagonista podría interpretarse como la desbandada de los argentinos de su patria ante la ruina que se avecina en este hermoso país. Pero eso es cosecha mía. Ni siquiera el final es claro, viniéndose abajo casi desde el inicio por unos actores que están a grito pelado todo el tiempo. La nueva obra del responsable de 'Aterrados' (2017) promete mantenernos pegados al asiento con este relato de posesiones demoníacas y a mí lo único que consiguió fue provocarme una agradable cabezada.

Premio especial del Jurado

 
El palmarés de la Sección Oficial ha estado muy repartido, con un total de trece películas que han logrado algún premio de las 31 que se presentaban. El segundo premio en importancia, Gran Premio del Jurado, ha ido a parar ex aequo a 'Vermin: la plaga' y 'Stopmotion'. De la primera diré que la dirige un francés debutante llamado Sébastien Vanicek y que el ingrediente terrorífico está en la línea de películas como 'Tarántula' de Jack Arnold o 'Aracnofobia' de Frank Marshall. En este caso, tenemos a Kaleb, un joven francés de raíces norteafricanas al que le gustan los animales exóticos. Ni que decir tiene que la compra de una arañita y la suelta involuntaria en su piso provocará la muerte de  varios de los vecinos, con lo que la comunidad en la que vive tendrá que ser confinada por la fuerza hasta poder descubrir la causa de tan extraños fallecimientos, extraños para la policía, claro. El argumento es tan predecible y los diálogos son tan anodinos que, aunque tenga un ritmo frenético, no levanta el interés ni acompañando su visionado con un platito de arañas precocinadas la Gula del Norte. Dice el jurado que la premia por ser una película de monstruos poderosa y política. Lo de poderosa será porque los arácnidos crecen en cada plano que aparecen. Y lo de política lo dirán por cómo trata la policía a los vecinos, franceses de primera generación de padres de origen africano que viven en una urbanización de los múltiples guetos que hay en Francia.

 
Sébastien Vanicek (izq.) y el equipo artístico de 'Vermin: la plaga'  presentando la película en el Auditori Meliá, que logra el Premio Especial del Jurado de la Sección Oficial de Sitges

 

Premios de dirección e interpretación

 
No he visto 'Omen', por la que su director, el congoleño Baloji afincado en Bélgica, recibió el premio a Mejor Director. Venía anteriormente de la sección Un Certain Regard de Cannes. En mi opinión, de las 14 vistas de la Oficial, este premio podría habérselo llevado alguno de los directores españoles que participaban: Pablo Berger por la estupenda historia de animación sin diálogos 'Robot Dreams' y que tuvo que conformarse con el Premio del Público; bien, Aritz Moreno por 'Moscas', interesante caída a los infiernos del empresario sin escrúpulos encarnado por el magnífico Ernesto Alterio; o bien, por último, F. Javier Gutiérrez por 'La espera' pues logra sacar petróleo a su sencilla historia y demuestra saber lo que es una cámara de cine. Pero al parecer, la única española presente en el Jurado, Ana Torrent, no debió de considerarlo oportuno y presionar para ello. Tan sólo 'Moscas' tuvo por parte del Jurado una mención especial "por su bonita visión del lado feo de Buenos Aires". Aquí añado el emoticono de ese rostro con los ojos saltones de sorpresa. Y el jurado tras motivar dicha mención siguió comiendo pan tumaca y escalivada en el Hotel Meliá, sede principal del Festival de Sitges.

Acertado me parece que el Premio de Interpretación Femenina fuese a Kate Lyn Sheil por 'The Seeding' por su poderosa actuación. La casualidad de la vida hizo que días antes, y en el marco del Zinemaldia, viese ´La mujer de la arena' dentro de la retrospectiva al japonés Hiroshi Teshigahara. Comento esto pues la primera es un nada encubierto remake del segundo. En este caso preferimos el original a la copia. La historia es muy similar. En 'The Seeding' se trata de un excursionista, en lugar de un entomólogo como ocurría en la obra original, que pasa un día en el desierto para fotografiar un eclipse. Encuentra a un niño perdido y cuando trata de ayudarle, éste desaparece y el fotógrafo se desorienta. Busca refugio en una sima, en donde hallará a una mujer que vive en un humilde hogar. Pronto se dará cuenta de que ha caído en una trampa perversa cuyo propósito él desconoce.
 
Karim Leklou recibió el Premio al Mejor Actor por su actuación en 'Vincent debe morir' en la que se ve atacado por personas extrañas con claras intenciones homicidas. Se ve obligado a huir y cambiar su vida por completo. No habría sido ningún desbarre si se le hubiera premiado a Ernesto Alterio, que en sus últimas actuaciones parece haber encontrado la llave del método Stanislavski, o a Víctor Clavijo en 'La espera', ambientada en la Andalucía rural de los 70, pues ambos son las columnas maestras que sostienen sendas películas.

Otros premios

 
El mejor guión fue para la película 'Late Night with the Devil', película australiana cuyo metraje es una anomalía hoy en día: 86 minutos.
 
Clama al cielo que 'La morsure' se haya llevado un premio, en este caso el de fotografía. Será porque buena parte del metraje transcurre de noche. Y hay un trabajo de iluminación. La historia se ambienta en los años sesenta en un colegio religioso francés femenino. Dos adolescentes, Françoise y Delphine, escapan de su colegio católico para asistir a una fiesta de disfraces con la intención de acostarse y perder la virginidad. Tras un viaje en un auto robado conducido por un adulto que queda embelesado por una de ellas, en la fiesta nocturna que ocurre en una mansión se toparán con que el anfitrión, otro adolescente  con cara de alelado, dice ser un vampiro. Si a eso le sumamos que Françoise está convencida de que esa noche morirá ya tenemos una película de lánguido metraje y soporífera siesta. Como dice el único adulto que aparece en la película: "En muchas ocasiones la expectativa del propio viaje es mucho más interesante que la experiencia de la fiesta en sí misma".

Por último, el premio a los mejores efectos especiales -galardón que en este género es en ocasiones fundamental- fue para la película 'El reino animal', que gustó mucho a juicio de los que pudieron verla. Y el premio a mejor música fue para Markus Binde por 'Club Zero'. Sorprende, y mucho, que una obra como 'La teoría universal' de Timm Kröger no se llevase nada. Es una película extraña, con una banda sonora magníficamente introducida en los pasajes de la historia y con un juego con el espectador que, en ocasiones, puede ser exasperante pero a la vez magnético. Estamos en 1962 donde Johannes, un doctor en física, viaja con su supervisor de doctorado a un congreso científico en los Alpes suizos. Lo que parece una película de misterio, poco a poco va girando a una hermosa historia de (des)amor cuando el físico descubre en una actuación jazzística en el hotel a Karin, una pianista de jazz de la que poco a poco va enamorándose. He de reconocer que no sé si Timm Kröger, también coguionista junto a Roderick Warich, se está quedando con el personal o si todo lo que uno ve tiene cierta lógica. Trataré de averiguarlo en la Seminci próximamente, pues la organización del Festival de Valladolid la ha programado en su sección "Academia del Cine Europeo". Y necesito verla de nuevo.
 

Títulos a destacar, ambiente festivalero y homenajes

 
De los títulos vistos, y que no he reseñado hasta ahora, quisiera recomendarles el visionado de 'Black Flies' enmarcada en la sección Órbita. Dirigida por Jean-Stéphane Sauvaire e interpretada con una fuerza interpretativa digna de Óscar por Tye Sheridan y Sean Penn. Sauvaire describe sin ninguna concesión al espectador la vida diaria de los paramédicos que recorren en ambulancia las calles de Nueva York. Una película dura y magnífica que dará que hablar en su estreno próximamente.
 
 
Junto a Brando de Sica tras la proyección de su película en Cinema Casino Prado.
 

Por último, quisiera resaltar dentro de Noves Visions la obra novel del nieto de Vitorio de Sica, Brando de Sica. Con su 'Mimí, el Príncipe de las tinieblas' quiere hacer un homenaje a aquellas películas en las que aparecía la figura de Drácula. De  Sica hace una relectura hermosa y muy original del mito del vampiro llevándolo a la actualidad a Nápoles. En esta ciudad vive Mimí, un adolescente huérfano nacido con los pies deformes que trabaja en una pizzería. Un día conoce a Carmilla, una joven que afirma ser la descendiente del mismísimo Conde Drácula. El descubrimiento del primer amor hará que Mimí quiera estar a la altura del "amour fou" al que le impulsa Carmilla.

Sitges 2023 es un monstruo compuesto de numerosas secciones: la Oficial, Sesiones Especiales, Noves Visions, Panorama Fantástic, Órbita, etc. Algo inabarcable. Uno tiene la sensación de ser devorado por el Auditori Meliá, la sede principal del certamen y al cabo de dos horas ser regurgitado por la parte trasera del mismo... y vuelta a empezar. La pega de la sede es que está a unos 20 minutos del centro de la ciudad, donde se encuentran dos recintos importantes como son el Cinema Casino Prado y el Cinema Retiro.
 
Está claro que el Festival cuenta con un nutrido apoyo por parte de un público que está volcado con las proyecciones y aplaude enfervorecido cada vez que aparece el título o las productoras en pantalla. Según el director, Ángel Sala, si el año pasado se alcanzó los 160.000 espectadores, este año no sería extraño que se superase esa cifra.
 
 
 
El Auditori Meliá, sede principal del Festival de Sitges, con una gran acústica y pantalla hermosa. La lástima son las butacas que, a pesar de estar en plano inclinado, no permiten la visibilidad perfecta de los títulos de crédito que están debajo de la pantalla
 
 
 
 
Una de las actividades que se celebraron y que más regocijo trajo al público de Sitges fue la Sitges Zombie Walk del sábado 7 de octubre, en donde mucha gente -como se puede ver en la foto- se prestó a ser maquillada para convertirse en zombies, convirtiendo a este festival en algo lúdico y lleno de regocijo.
 
Para acabar, uno de los carteles que poblaron Sitges durante el 5 al 15 de octubre ha sido el de la figura de King Kong debido a que se cumplían 90 años de la versión original de 1933 dirigida por dos aventureros del cine como eran Ernest B. Schoedsack y Merian C. Cooper y que inspira el logo del festival. La obra maestra de la RKO se proyectó el día 14 en el Cinema Casino Prado. 

Sitges también quiso homenajear en su clausura con el Premio Máquina del Tiempo a Hideo Nakata, cuyo 'The ring' (1999) ganó el premio a mejor película, y a Brad  Anderson, que presentaba 'Blood'. También J. A. Bayona lo recibió aprovechando que el certamen había programado su magnífica 'La sociedad de la nieve' el pasado día 9.
 




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LO ÚLTIMO ES...

Palmarés Fant 2024

El jurado de la sección oficial del Fant 2024 otorga su premio a una draculina sin colmillos   Vampira humanista busca suicida de la directo...

LO MÁS LEÍDO