Visitas de las páginas en total

domingo, 29 de octubre de 2023

Seminci 2023: Palmarés y cierto bochorno

La Espiga de Oro de la SEMINCI va para la infumable 'La imatge permanent' de Laura Ferrés

 

La directora italiana Alice Rohrwacher recibe la Espiga de Plata por 'La quimera', historia de un zahorí que tiene el don de hallar tesoros etruscos bajo tierra toscana

 

    Laura Ferrés posa para los fotógrafos tras recibir el anuncio en la lectura del palmarés de la 68º edición de la Seminci vallisoletana de ser la ganadora de la Espiga de Oro



La marcha del director Javier Angulo de la Seminci trajo el nombramiento de Jose Luis Cienfuegos, que venía del certamen de Sevilla y, anteriormente, de Gijón. Momentos antes de la lectura del palmarés de la 68º edición, algunos periodistas ya nos temíamos que el reparto de 'trofeos' iba a ser duro de escuchar y más de aceptar. Cienfuegos comentaba al inicio de la lectura, ¿a modo de autocrítica?, que habían sido siete días muy intensos de una primera edición bajo su dirección que debería de haber sido "más tibia y conservadora". Se puede entender que se refería al tipo de películas que han poblado no sólo la Sección Oficial sino otras como Punto de Encuentro.Vamos, que propuestas más radicales como Samsara, Sobre todo de noche, Música o The Shadowless Tower entre otras iban a ser moneda de curso legal a partir de ahora, en lugar de obras más accesibles para el público 'normalito' como Sala de profesores, El rapto o El maestro que prometió el mar por poner algunos ejemplos.
 
No sé hasta qué punto la sombra de Cienfuegos en el jurado es alargada o no, pero sospecho que el palmarés ha debido de ser de su agrado, pues si 'La imatge permanent' de Laura Ferrés ya venía del Festival de Locarno, certamen que, como bien dice un compañero de fatigas, hay que huir como de la peste, 'Música' de la alemana Ángela Schanelec bien podría haber venido del mismo aunque participó en Berlín habiendo conseguido un inexplicable premio al guion.

Lo que me llamó la atención fue que tan sólo dos miembros del Jurado Internacional de los cinco, el director indio Pan Nalin y  el director y docente Iván Gravosky, subieran al escenario del Salón de los Espejos del Teatro Calderón a dar lectura del palmarés. ¿Señal de que hubo desacuerdo con el resto, la directora Meritxell Colell, el productor británico Mike Goodridge y la directora de la revista Caimán Jara Yáñez? Vete tú a saber. La rapidez con que leyeron el listado -en un momento les dijeron que fueran más despacio, la solemnidad lo requería- parece indicar que se querían quitar el marrón cuanto antes. Al menos  esa fue mi interpretación.

Curiosamente, el director no dio resultados de  asistencia ni otros datos de los que Javier Angulo solía informar. Personalmente, en los pases de Sección Oficial no he visto que se llenasen las plantas superiores del Teatro Calderón, como así ocurría en años anteriores, sobre todo antes de  la  pandemia. También ha habido problemas técnicos en la proyección de varias películas que dan una imagen de un festival como el de la importancia de Valladolid que lo desmerecen, sobre todo cuando cuenta con  tres millones de euros aproximadamente de presupuesto.
 
 

PREMIOS PRINCIPALES

 


 Laura Ferrés recibe la felicitación del director de la Seminci, Jose Luis Cienfuegos

 
 
 
 
Laura Ferrés y el guionista de El viejo roble Paul Laverty
De la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña, la ESCAT, están saliendo una hornada de directores que van copando premios en múltiples festivales. Este es el caso de Laura Ferrés con su 'Imatge permanent', cuyo anterior obra ya fue presentada por Valladolid. Había que amamantarla un poco más, pues una vez que un certamen amadrina a su retoño no ha de abandonarlo. 
 
Su trabajo hunde sus raíces en lo biográfico. Si en su primer corto fue su padre y la quiebra de su empresa de autobuses la materia narrativa, en el caso de la obra ganadora de la Espiga de Oro le tocaba el turno a su familia materna, procedente de Andalucía. En el prólogo, trata de ello con unos pseudo actores escogidos con la  única condición de que al sonreír tuvieran los dientes en su sitio. Lo de interpretar ya es otro asunto. Con una ambientación ¿de los años 50? que produce sonrojo, pasamos luego en una elipsis a una época cercana a Barcelona, donde Carmen, una publicista (?) en busca de caras 'reales' para una campaña política, se topa con Antonia, una mujer que emigró a Cataluña hace décadas. Esta vive de hacer perfumes y venderlos como quien vendía aquellos pañuelos de papel en los semáforos. Los que encargan la campaña necesitan personas 'auténticas' y ven en Antonia una opción perfecta. Claro, a los guionistas, Carlos Vermut, sí ese ensalzado por hacer rarezas que encandilan a gafapastas que no pagan la entrada por ver 'Magical girl' o 'Quién te cantará', y Ulises Porra, no se les ocurre otro ardid que hacer que los que pagan la campaña obliguen a Carmen a 'seducir' a Antonia para que participe en la operación publicitaria. Por eso la traerá a vivir a su casa para poder enjaretarnos diversas situaciones pretendidamente cómicas y que yo tildaría de sonrojantes, plúmbeas y subvencionadas. Si ustedes miran la filmografía de Carmen y Antonia en Filmaffinity verán que está en blanco. ¿Me entienden lo que les quiero decir? 
 
Ni que decir tiene que 'Imatge permanent' tiene una idea magnífica, si he entendido algo de una película con un tono docuficticio, moroso y pobretón, es que la Fotografía, así con efe mayúscula, deja un testimonio de nuestras raíces no sólo familiares sino de un tiempo. Carmen publicista llega en un momento a mostrarle ese álbum suyo a una desarraigada Antonia, cuya vida no dejará huella indeleble en ningún álbum vital de nadie salvo por las fotos que Carmen le ha podido hacer en la calle antes de  entablar relación 'interesada' con ella. Alguien me explica que ambas son madre e hija. Yo ya estaba mirando el reloj a los diez minutos de metraje pensando en el café del mediodía. El galardón a Ferrés, constituye la segunda Espiga de Oro a una producción española en la historia del festival y la primera mujer cineasta que gana del país. ¿Lo pillan? Será un éxito de taquilla... dentro de veinte años.
 
 
El protagonista de La quimera busca reencontrarse con su amor perdido

 
La Espiga de Plata fue a parar a otra directora,  la italiana Alice Rohrwacher, por su irregular aunque interesante 'La quimera'. A Rohrwacher la subieron al altar festivalero en Cannes en 2014 con El país de las maravillas y 2018 con Lazzaro felice, única vez en que me fui de los Multis de Bilbao ante el sopor que me provocaba su historia en un viernes de estreno. Con 'La quimera' vuelve a contar con otro personaje introvertido, raro, imposible de empatizar al menos para mí. Se trata del taciturno Arthur, otro ser marginal que vive en una chabola, desarreglado y sin ducharse, muy del gusto de los personajes de la directora, que acaba de salir de la cárcel por tráfico de patrimonio artístico. Tiene el don de localizar cual zahorí con palito tesoros del pasado etrusco diseminados  por la Toscana. Los 130 minutos se dejan sentir encima de lo que hay en la butaca del Calderón, mi culo, pues la guionista, la misma que dirige, mete personajes que en cierta manera lastran la columna argumental principal. Es el caso de los pasajes del personaje interpretado por Isabella Rossellini, Flora, que acoge a Arthur tras su paso por la cárcel como si fuera el hijo que no tuvo, o la excesiva descripción de los amigos ladronzuelos, cuya única manera de sobrevivir es comerciando con antiguos ajuares funerarios arqueológicos extraídos del subsuelo. Arthur estuvo enamorado de una de las hijas de Flora, Beniamina, de la que no sabemos al principio si está desaparecida o muerta. De ahí las imágenes en formato celuloide que evoca a los dos. Rohrwacher juega con la idea de desentrañar de la tierra los objetos funerarios de una civilización tan misteriosa como los etruscos en la región de la Toscana -de ahí que en el cartel y en la película aparezcan imágenes invertidas- con la idea de poder recuperar el amor perdido de Beniamina por parte de Arthur. Contiene uno de los finales más hermosos y trágicos vistos en la Seminci.


Premios de dirección


Fotograma de Música de la directora alemana Angela Schanelec, Espiga a Mejor Dirección


 
Otro desatino fue el Premio a la Mejor Dirección que, en este caso, fue a otra directora de nombre Ángela Schanelec por 'Música'. Se proyectó el miércoles 25 y  obtuvo una desaprobación con abucheos en el pase de prensa del Calderón. Fue la que menos gustó con diferencia. La puesta en escena es del estilo que paso a denominar 'zombie muerto': planos estáticos muy laaargos, actores pasmados, sin aliento, marmóreos, con elipsis que te asaltan cuando estás a punto de morfear, guion críptico para ir de intelectual... Vemos un plano de una ambulancia y un auto de policía llegar a la costa de alguna parte de Grecia. Se me hacen eternos. Y es el arranque. Vemos a unos padres, no sé si están muertos, heridos o qué. La ambulancia deja al bebé en brazos de unos señores que lo acogen. ¿Quiénes son? Ni idea. Se van a la playa. Salto en el tiempo. Ya no estás en la pantalla. Entre plano y plano te ha dado tiempo a hacer la colada y preparar la comida en caso de estar viéndola en casa. Dicen que tiene una estilo minimalista y distanciado. Y ese niño ya es adulto. Y sale de la cárcel por haber cometido un homicidio involuntario. Y una funcionaria se casa con él. Me entero de que acaba ciego. Y el tipo acaba siendo músico. De ahí el título. Hablan de reformulación del mito de Edipo, la tapadera cultural para que el que esto escribe tenga ganas de asesinar al que decidió programar esto. El razonamiento que da el Jurado es de juzgado de guardia: "Ha reconocido en Schanelec su mirada única y la forma de aproximarse a las historias cual compositora que juega a esconder la emoción en el interior de sus imágenes para dejarla estallar de la forma más conmovedora y bella".
 
 
Por si no fuera poco tal desatino, el Jurado decide otorgar -mejor, regalar- otro galardón más a este bodrio: el de Mejor Fotografía a los planos de belleza austera de Ivan Markovíc, despreciando el trabajo de luz de Francesco di Giacomo en una de las mejores películas de la Seminci: 'El rapto'. Si ciego acaba el protagonista de 'Música', ciegos los cinco del Jurado Internacional por dar este premio a una obra rodada con luz natural del Mediterráneo pues no había presupuesto para más. Claro, se habrán puesto ciegos a Ribera del Duero. Ahora lo entiendo.

 
Por si no fuera poco, el premio Pilar Miró a la mejor nueva dirección fue a otra mujer: la británica Molly Manning Walker, por una cinta, 'How to Have Sex', excesivamente alargada y con unos diálogos propios esa parte de la juventud alelada y que solo piensa en beber, drogarse y en follar. Sus 98 minutos no daban sino para un corto. No he visto nada novedoso ni que me haga presagiar que estamos ante una revelación. Cuenta el viaje de tres jóvenes británicas a una localidad turística de Grecia. Ni que decir tiene que el único propósito es el de perder la virginidad y ver quién se tira a más tíos en esos días de asueto. El tema fue abordado con mayor calidad artística en 'Esa clase de amor' (1962) por John Schelinger dentro del movimiento Free Cinema británico. No sé muy bien qué quiere contar con todo ello la directora, o si hay una cierta mentalidad y presión por perder la virginidad o denunciar el trato de los jóvenes con las chicas, que tan sólo piensan en descargar y si te he visto, no me acuerdo. Recibió el Premio de la Juventud. Lógico.
 
Es verdad que al premio Pilar Miró tan sólo cuatro directores podían aspirar a él. El bilbaíno Víctor Iriarte podría haber sido bien merecedor de él con su ópera prima 'Sobre todo de noche', relato de maternidades usurpadas en el régimen de Franco contado con cierta originalidad, tanto en la puesta en escena como incluso en el uso del formato de las imágenes a través de una crónica epistolar de dos mujeres a las que dan vida Ana Torrent y Lola Dueñas. Se tuvo que conformar, que no es poco, con el Premio Fipresci de la crítica internacional. Reconozco que no es plato para el gran público pero al menos siento que ha querido hacer algo que por otros derroteros habría sido más trillado.  

Premio a los actores



Ken Loach, director, y Paul Laverty, guionista, presentan El viejo roble cuyo actor Dave Turner consiguió el premio a Mejor Actor


 
Que hay gente que sin dedicarse a la actuación pudiera dar el salto a la interpretación es un hecho que ya lo confirmaron en el Neorrealismo de los 40 Rossellini, Visconti y compañía. Dave Turner es un ejemplo de ello. Bombero y hostelero de profesión, pasó al cine cuando Ken Loach lo eligió para papeles secundarios en Yo, Daniel Blake (2016) y Sorry We Missed You (2019). El Jurado ha debido ver una actuación premiable en su papel protagonista como el dueño de un pub venido a menos en el norte de Inglaterra en el filme 'El viejo roble'. El pasado de una esplendorosa industria minera ha quedado en el olvido y la depresión económica azota la región. A ello se suma la llegada al pueblo de unos refugiados sirios que sacudirá los más ocultos sentimientos de los habitantes del lugar: racismo y sensación de injusticia. El regente del pub El viejo roble tendrá que apaciguar los ánimos autóctonos y echar una mano a la nueva comunidad que no eligió Inglaterra por gusto. Loach rueda una película flojita, que llega al corazón del público, sí, pero que no oculta su demagogia y su subrayado tanto en el mensaje -la colectividad del  comunismo frente al individualismo del liberalismo para lograr una sociedad más justa- como en la composición de los personajes: sirios refugiados buenísimos, la clase proletaria inglesa malísima, salvo el prota TJ Ballantyne y una mujer oenegeta que ayuda a aquellos en su integración. No es su mejor película ni de lejos pero obtuvo, además, el Premio del Público
 
Aprovecho para comentar que el actor Andrew Scott protagonista de 'Desconocidos' bien pudiera haber sido el que se llevara el gato al agua. Desgraciadamente, la obra del también británico Andrew Haig se fue sin ninguna recompensa. Toda una injusticia para una historia muy interesante y contada con pulso y emoción. El argumento está basado en una novela japonesa y plantea la cuestión de qué pasaría si tuvieras la oportunidad de volver a ver a tus padres fallecidos hace tiempo.

 
 

 
Nada que objetar al premio Mejor Actriz que fue a parar Léa Seydoux por su trabajo en 'The Beast' de Bertrand Bonello. Se trata de la adaptación de un relato corto de Henry James, La bestia en la jungla, escrito en 1903. Bonello lleva este relato a tres momentos temporales: 1910, 2014 y 2044. Se hace larga, confusa en su montaje y reiterativa en su desarrollo. De las tres épocas, es en la primera donde Léa Seydoux está más acertada. El director no acierta en su loable intento de contar una historia mediante tres géneros diferentes: el melodrama, el thriller y la ciencia ficción. El tema moral que aborda James en su relato, el de la necesidad de comprometerse auténticamente en el amor y la pulsión egoísta y evasiva que huye de ese compromiso, se ve confuso en esta adaptación cinematográfica.
 
 

Merecidos los premios de guion y montaje

 

 
'El rapto' del octogenario autor italiano Marco Bellocchio se llevó el premio a Mejor Guion. Sabe a poco, pues esta obra de más de dos horas se merecía mucho más. Curiosamente, un compañero me decía que era un filme clásico, como si eso fuera un desdoro a su valía. Se ve con interés de principio a fin y contiene momentos de gran cine. Bellochio a sus 83 años sabe lo que es una cámara y sabe cuándo debe usar el plano general, el medio y el primer plano, sabe cuándo mostrar Bolonia, sabe cómo iluminar y sabe como dirigir a los actores hasta lograr escenas tan fascinantes como el momento en que un niño en sueños desclava a Jesucristo crucificado o una madre mantiene una tensa y emotiva conversación con un religioso para recuperar a su hijo.
 
Estamos en 1858 en un barrio judío de Bolonia. Por orden del cardenal de la Santa Inquisición, unos hombres entran en casa de la familia Mortara para llevarse a uno de los hijos, Edgardo, por saberse que ha sido misteriosamente bautizado cristianamente. La ley papal hace que deba recibir una educación católica a pesar de la familia. La lucha por recuperar a su hijo por parte de unos padres angustiados por una situación absurda será el eje dramático. Como telón histórico de fondo, Bellocchio describe muy bien cómo los Estados Pontificios, regidos por el papa Pío IX, van a ser aniquilados para formar parte del nacimiento de Italia como Estado, del mismo modo en que Edgardo irá siendo domeñado hasta convertirse en un buen cura católico. El drama me recuerda a 'Centauros del desierto' (1956) con la búsqueda de la secuestrada sobrina de Ethan por parte de los comanches y la triste recuperación de esta convertida, tras años de búsqueda, en una comanche más. Curiosamente, un compañero me desvela que Edgardo Mortara tiene una calle en la localidad guipuzcoana de Oñate.

 
Sala de profesores de Ilker Çcatak se llevó el premio al Mejor Montaje

 
Otra de las notables películas que hemos visto en esta edición, no hubo en mi opinión obras sobresalientes, se trata de 'Sala de profesores' del alemán Ilker Çatak. Merecido el premio al Mejor Montaje a Gesa Jáger. Es una historia de 94 minutos que se ve con sumo interés y que no permite ir al baño ni al frigorífico -si se está en casa-  hasta que no acaba. Narra la historia de Carla Nowak (fantástica Leonie Benesch, que podría haberse llevado el premio a la interpretación), profesora de un instituto. Se nota que lo suyo es vocacional, se viste por los pies, tiene integridad y respeta a los alumnos, los comprende y los apoya. Cuando se registra una serie de robos en el centro, las sospechas recaen en un alumno. Ella decide buscar al sospechoso y aclarar todo. Sin embargo, su acto tendrá unas consecuencias inesperadas para todas las partes que conforman ese microcosmos: padres, profesores, alumnos y demás personal. Me gusta porque nada es blanco y negro, todo tiene matices en esta historia de suspense y que coloca a Carla, y por ende, a nosotros como espectadores, en un estado de tensión difícilmente soportable. El final es digno de los tiempos educativos en que vivimos. Alemania ha decidido -con gran acierto- enviarla a los Oscar de 2024.

Hasta aquí ha llegado lo que el escaparate de este blog ha podido mostrar en torno a la 68º edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. 17 películas a concurso y muchas más en otras sesiones. De entre las vistas en ellas, no quisiera dejar de mencionar por su valor cinematográfico y para quien quiera tomar nota de una obra que roza lo sobresaliente. Se trata de 'En nombre de la tierra' de DK Welchan y Hugh Welchman, los cuales han usado la técnica de 'paint on glass' - como lo hicieron para Loving Vincent (2017)- para narrar una bella historia en la Polonia rural a caballo entre los siglos XIX y XX. Una joyita que no deberían perderse por la cuenta que les tiene.







viernes, 20 de octubre de 2023

SEMINCI 2023: Nueva etapa, nueva ilusión

Arranca la Seminci con José Luis Cienfuegos como nuevo director


17 largometrajes compiten en la Sección Oficial de la 68 Semana Internacional de Cine de Valladolid entre los que destacan obras dirigidas por Bertrand Bonello, Marco Bellocchio o Ken Loach




NOVEDADES 


Al llegar hoy a Valladolid, hay cosas que se repiten como las estaciones del año. Una de ellas es ver la fachada del Teatro Calderón con su engalanada fachada anunciando que otro año más por estas fechas de finales de octubre y llegada del otoño empieza nueva edición de la SEMINCI. 68 años cumple ya uno de los festivales de cine más importantes de España. Enfrente del Teatro cuasi bicentenario, está la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias. Angustia es lo que tengo yo este año. Y me explico. Esta edición no la presenta Javier Angulo, pues ha cedido el testigo a José Luis Cienfuegos, el cual ya tiene un amplio bagaje en esto de llevar eventos cinematográficos (Gijón y Sevilla, por ejemplo).

Uno espera que el cambio traiga novedades... o no. Porque si ya funciona bien algo para qué cambiar, salvo algunas cosas que puedan indicar que hay nuevo patrón. Para empezar, en la Sección Oficial se nota la novedad: de las 17 más 6 obras que no van a concurso, hay mucho cine español: La mirada oculta, El amor de Andrea, La contadora de películas, La imatge permanent, El maestro que prometió el mar, Mamacruz, Que nadie duerma, etc., así hasta 10 películas. ¿Demasiadas? Eso dependerá de la calidad. Nuestra Señora de las Angustias me mira con cierta sorna.

Un pequeño cambio a peor. El programa que ahora se regala en todos los kioskos de Valladolid ha empequeñecido. El papel se va achicando. El Zinemaldia de San Sebastián ha dejado este año de editar el programa con toda la programación. Llega lo digital.


José Luis Cienfuegos afronta la dirección de la SEMINCI de Valladolid en la 68 edición.



NUEVAS SECCIONES


Otra de las novedades de Cienfuegos es separar los cortometrajes que acompañaban a cada largo en la sección oficial. Los proyectará en dos bloques. En mi opinión, flaco favor les hace y ya veremos cuánta gente ahora saca entrada para sendas proyecciones.

Punto de Encuentro con 15 títulos de nuevos directores que comienzan a despuntar en el panorama cinematográfico y Tiempo de Historia, que con 12 títulos abordan aspectos cotidianos y colectivos en formato documental, se mantienen. Sin embargo, la directiva actual ha preferido suprimir bloques temáticos de otros años, por la nueva sección Memoria y Utopia, que en palabras de la dirección responde a "quince obras maestras olvidadas, censuradas, perdidas e incluso destruidas y recuperadas ahora gracias a procesos de restauración y conservación". Así tendremos a directores como Hou Hsiao Hsien, Nanni Moretti o Chantal Akerman entre otros.


También novedosa es "Academia del Cine Europeo". Al parecer esta sección ya estaba atada antes de que Javier Angulo dejara el cargo.  El comité ejecutivo de la Academia celebra su reunión anual en el marco de la 68 Seminci y se traen del brazo siete películas que ya tuvimos oportunidad de ver en el Zinemaldia: la Palma de Oro y cuatro candidatas al Óscar por sus respetivos países y autores del prestigio como Aki Kaurismáki, Matteo Garrone, Jonathan Glazer o Christian Petzold.

Otra novedad responde al nombre de "Alquimias", que nace "con la voluntad de presentar historias arraigadas en latitudes diversas que fotografían un momento y un lugar determinados al tiempo que componen un fresco elocuente de la condición humana". Me temo que será lo menos visto.

CINE HINDÚ Y PROYECCIONES ESPECIALES


Este año la cinematografía invitada es la India, espejo de los sueños. Se ofrecen siete películas realizadas en los últimos años junto con otras siete que forman parte de la historia del cine de India, presentadas en copias recientemente restauradas y en su mayoría inéditas en nuestro país.


Como sucede en los últimos años, Seminci realiza proyecciones especiales con música. Esta 68 edición se podrá disfrutar de The Kid Brother, clásico del cine mudo protagonizado por Harold Lloyd, que se proyectará en un concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en el Centro Cultural Miguel Delibres el próximo jueves, 26 de octubre.

Otra proyección especial es la que tendrá lugar con el concierto Plena pausa, que reúne la música de J, de Los Planetas y el cine recuperado del donostiarra Iván Zulueta. No quiero dejar de apuntar la proyección de un filme que no tuvo estreno en España en su día, La habitación verde (1978) de François Truffaut.








ESPIGAS DE HONOR... FEMENINAS


Como viene siendo habitual en los últimos años, la mujer será protagonista. Este es el caso de las que recibirán sendas Espigas de Honor este año: Blanca Portillo, que presenta Teresa de Paula Ortiz fuera de concurso, la británica Charlotte Rampling, que lo recibira en la clausura con la proyección especial de Jupiner de Matthew Saville. La proyección de La habitación verde servirá de marco para una tercera Espiga, esta vez para Nathlie Baye, actriz francesa que acumula cuatro premios César, la Copa Volpi de Venecia y la Concha de Plata donostiarra. Una cuarta Espiga será para Kiti Manver, que presenta Mamacruz de Patricia Ortega, su último trabajo.

Por último, una quinta Espiga irá a parar a una institución como la Academia del Cine Europeo, cuyo lema "unir a cuantos aman el cine europeo", cumple 35 años desde que en 1988 en Berlín Occidental fue capital europea de la cultura y acogió los primeros Premios del Cine Europeo.

Larga vida al cine y a la SEMINCI.

lunes, 16 de octubre de 2023

Zinebi 2023: Iván Zulueta, Wiseman y largometrajes a concurso

Zinebi 2023 recupera la obra inédita de Iván Zulueta y anuncia los ocho largometrajes a concurso


Zinebi proyectará la totalidad de materiales recuperados y digitalizados en 4K por la Filmoteca Española procedentes del archivo del propio director y que habían permanecido inéditos hasta hace menos de un año.

 


 
 
La obra fílmica de Iván Zulueta prácticamente se ciñe a dos obras señeras: 'Un, dos, tres... al escondite inglés' (1970), comedia musical que dicen se rodó sin un guión previo y que trataba de parodiar los concursos musicales como Eurovisión tras el éxito de Massiel, y diez años después la que le ha dado una fama entre un círculo arcano cinéfilo como es Arrebato (1979), interpretada por Eusebio Poncela y Cecilia Roth. 
 
Pues bien, alguien ha debido descubrir un material propiedad de Zulueta de casi ocho horas que se creían perdidos o sobre cuya existencia prácticamente no había ni constancia. El material abarca cinco décadas: desde los años 30 en que eran los padres del propio Iván los que rodaban hasta finales de los años 80. Se lo ha etiquetado como "A/Z Zulueta inédito" y Zinebi ha decidido proyectar parte de todo ese material el miércoles 15 de noviembre -se trata del programa titulado "Apuntes y bocetos", que incluye material rodado por Zulueta entre 1969 y 1987-, mientras que el resto se exhibirán en los Cines Golem Alhóndiga una semana antes de que se inicie el Zinebi. Todo el material fílmico se ofrece sin alterar, tal y como aparecieron en el archivo de Iván Zulueta salvo algunos extractos que no fueron rodados por él mismo.
 
Por otra parte, Zinebi también tiene proyectado para el día 18 de noviembre, sábado, en el Teatro Arriaga la actuación en directo del grupo de rock granadino Los Planetas, que presentará por primera vez en Euskadi "Plena Pausa". Un curioso proyecto musical ya que está basado en la musicalización de parte del archivo fílmico del cineasta guipuzcoano que proyectará Zinebi.
 

Largometrajes a concurso

 
Zinebi también ha anunciado las nueve películas que participarán en el concurso internacional ZIFF, que en 2023 alcanza ya su 8º edición. Las películas seleccionadas competirán por el Gran Premio ZIFF, dotado con 12.000 € (el de mayor cuantía de todo el palmarés del Festival) y por el Premio del Jurado Joven (UPV/EHU), que otorgará un jurado compuesto por estudiantes de cine de universidades de toda España dotado con 2.000 €.
 
De entre los largometrajes a concurso podemos destacar: 'Playland' de Georden West documental sobre el Playland Café, el bar gay más antiguo de Boston (fundado en 1937 y cerrado en 1998) y que compitió en Rotterdam; el debut de la productora guipuzcoana Tamara García Iglesias con 'Zarata', sobre el modo en que la vida privada afecta al arte; 'In the Rearview' del director polaco Maciek Hamela y presentada en Cannes, que ha conseguido convertir una experiencia personal en una película como es el testimonio de sus viajes en furgoneta para poner a salvo en Polonia a los refugiados ucranianos; o, por último, la ficción estrenada en Venecia 'Milk' de Stefanie Polk, que explora el vínculo entre una madre y su bebé muerto.
 
 
 
Milk de Stefanie Polk se proyecta en el Zinebi. La protagonizada por Frieda Barnhard, una de las actrices holandesas más prometedoras de su generación.

 
 

Mikeldi de Honor al documentalista Frederick Wiseman

 
 
Frederick Wiseman, Mikeldi de Honor 2023


Zinebi también ha anunciado que en su 65ª edición entregará su Mikeldi de Honor al maestro del documental Frederick Wiseman. Visitará Bilbao para recoger el premio honorífico en la gala de inauguración del certamen el día 10 de noviembre. Wiseman (Boston, Massachusetts, EE. UU.,1930) fue reconocido en 2016 con el Óscar honorífico por toda su carrera. A sus casi 94 años todavía sigue en activo. Además de su presencia en el Teatro Arriaga, el espectador podrá ver su reciente documental 'Menus Plaisirs-Les Troisgros', presentado en Venecia.
 
El Festival ha decidido galardonarlo por su decisiva contribución a la definición de lo que mayoritariamente entendemos por documental cinematográfico, y específicamente en el ámbito del documental observacional. A sus casi 94 años, su imponente filmografía (cerca de 50 largometrajes) le ha conferido el aura de un cineasta legendario, capaz de seguir exhibiendo en cada obra documental la misma intuición de la que dio prueba en su seminal 'Titicut Follies' (1967), donde retrataba la vida de los reclusos de una prisión psiquiátrica de Massachussets que se desarrola ante una audiencia que todavía hoy queda impactada por la realidad que recoge la cámara "invisible" de Wiseman.

Sitges 2023: Palmarés

La película argentina 'Cuando acecha la maldad' se lleva el premio a mejor película en Sitges 2023

 

Es la primera vez que una película hispanoamericana se alza con el máximo galardón en los 56 años de historia del Festival de Sitges 


El actor Ezequiel Rodríguez (izq.) y el director Demián Rugna de la película ganadora de Sitges: 'Cuando acecha la maldad'


Les confieso que el día en que proyectaron 'Cuando acecha la maldad' tuve que levantarme a las 6:40 de la mañana pues ese martes, 10 de octubre, comenzaba la jornada de Sitges con un  plato muy apetecible: a las 8.15 en el Auditori Meliá se proyectaba 'Pobres criaturas' de Yorgos Lanthimos, recién ganadora del León de Oro en Venecia. Comprendí que tras degustar caviar, todo lo que viniera después me sabría a Gula del Norte. 
 
La película del argentino se proyectaba a las 18:00 y ya me había metido entre pecho y espalda otras dos más: 'Best Wishes to All' del japonés Yûta Shimotsu, que parte de una idea muy interesante como es que para que uno sea feliz debe haber alguien que sea infeliz, vamos que pague la fiesta del otro; sin embargo, la puesta en escena es pobretona y con escenas que no sabes si son pretendidamente cómicas o no. La segunda era la argentina 'La extorsión' de Martino Zaidelis, que narra la historia de un veterano piloto comercial, encarnado por el siempre convincente Guillerno Francella, que es extorsionado por el servicio de inteligencia de su propio país. Se deja ver con facilidad, la misma facilidad con la que se olvida.
 
Esto de ingerir tanto al día -Sitges es un buffet libre con 369 obras cinematográficas repartidas entre las diferentes secciones en 7 salas- provoca una borrachera audiovisual, surgiendo en tu cabeza un efecto distorsionador: una especie de hartazgo inmediato de todo aquello que no despierta tu interés en los primeros minutos. Me pasó con la película ganadora de Demián Rugna. Desde el mismo arranque, no entré. Estamos en una casa de labor, dos hermanos oyen de madrugada varios disparos. Se arman y salen a averiguar qué es lo que ha ocurrido. Por el camino, descubren el resto de un cadáver de cintura para abajo. Al acercarse a una casa para averiguar algo más, hallan a un "embichado", es decir, en jerga argentina un hombre postrado en la cama, extremadamente hinchado, lleno de pústulas, infectado por fuerzas malignas. No entiendo nada de lo que se narra, ni por qué actúan unos matando reses, que se suponen malditas, ni a qué se debe ese pánico. Desde ese momento, la cuestión será deshacerse de aquellos "embichados" sin usar armas de fuego contra ellos, porque eso puede desencadenar la maldición en aquel que haya disparado y ser poseído por el Mal.
 
Una huida constante de toda la familia del protagonista podría interpretarse como la desbandada de los argentinos de su patria ante la ruina que se avecina en este hermoso país. Pero eso es cosecha mía. Ni siquiera el final es claro, viniéndose abajo casi desde el inicio por unos actores que están a grito pelado todo el tiempo. La nueva obra del responsable de 'Aterrados' (2017) promete mantenernos pegados al asiento con este relato de posesiones demoníacas y a mí lo único que consiguió fue provocarme una agradable cabezada.

Premio especial del Jurado

 
El palmarés de la Sección Oficial ha estado muy repartido, con un total de trece películas que han logrado algún premio de las 31 que se presentaban. El segundo premio en importancia, Gran Premio del Jurado, ha ido a parar ex aequo a 'Vermin: la plaga' y 'Stopmotion'. De la primera diré que la dirige un francés debutante llamado Sébastien Vanicek y que el ingrediente terrorífico está en la línea de películas como 'Tarántula' de Jack Arnold o 'Aracnofobia' de Frank Marshall. En este caso, tenemos a Kaleb, un joven francés de raíces norteafricanas al que le gustan los animales exóticos. Ni que decir tiene que la compra de una arañita y la suelta involuntaria en su piso provocará la muerte de  varios de los vecinos, con lo que la comunidad en la que vive tendrá que ser confinada por la fuerza hasta poder descubrir la causa de tan extraños fallecimientos, extraños para la policía, claro. El argumento es tan predecible y los diálogos son tan anodinos que, aunque tenga un ritmo frenético, no levanta el interés ni acompañando su visionado con un platito de arañas precocinadas la Gula del Norte. Dice el jurado que la premia por ser una película de monstruos poderosa y política. Lo de poderosa será porque los arácnidos crecen en cada plano que aparecen. Y lo de política lo dirán por cómo trata la policía a los vecinos, franceses de primera generación de padres de origen africano que viven en una urbanización de los múltiples guetos que hay en Francia.

 
Sébastien Vanicek (izq.) y el equipo artístico de 'Vermin: la plaga'  presentando la película en el Auditori Meliá, que logra el Premio Especial del Jurado de la Sección Oficial de Sitges

 

Premios de dirección e interpretación

 
No he visto 'Omen', por la que su director, el congoleño Baloji afincado en Bélgica, recibió el premio a Mejor Director. Venía anteriormente de la sección Un Certain Regard de Cannes. En mi opinión, de las 14 vistas de la Oficial, este premio podría habérselo llevado alguno de los directores españoles que participaban: Pablo Berger por la estupenda historia de animación sin diálogos 'Robot Dreams' y que tuvo que conformarse con el Premio del Público; bien, Aritz Moreno por 'Moscas', interesante caída a los infiernos del empresario sin escrúpulos encarnado por el magnífico Ernesto Alterio; o bien, por último, F. Javier Gutiérrez por 'La espera' pues logra sacar petróleo a su sencilla historia y demuestra saber lo que es una cámara de cine. Pero al parecer, la única española presente en el Jurado, Ana Torrent, no debió de considerarlo oportuno y presionar para ello. Tan sólo 'Moscas' tuvo por parte del Jurado una mención especial "por su bonita visión del lado feo de Buenos Aires". Aquí añado el emoticono de ese rostro con los ojos saltones de sorpresa. Y el jurado tras motivar dicha mención siguió comiendo pan tumaca y escalivada en el Hotel Meliá, sede principal del Festival de Sitges.

Acertado me parece que el Premio de Interpretación Femenina fuese a Kate Lyn Sheil por 'The Seeding' por su poderosa actuación. La casualidad de la vida hizo que días antes, y en el marco del Zinemaldia, viese ´La mujer de la arena' dentro de la retrospectiva al japonés Hiroshi Teshigahara. Comento esto pues la primera es un nada encubierto remake del segundo. En este caso preferimos el original a la copia. La historia es muy similar. En 'The Seeding' se trata de un excursionista, en lugar de un entomólogo como ocurría en la obra original, que pasa un día en el desierto para fotografiar un eclipse. Encuentra a un niño perdido y cuando trata de ayudarle, éste desaparece y el fotógrafo se desorienta. Busca refugio en una sima, en donde hallará a una mujer que vive en un humilde hogar. Pronto se dará cuenta de que ha caído en una trampa perversa cuyo propósito él desconoce.
 
Karim Leklou recibió el Premio al Mejor Actor por su actuación en 'Vincent debe morir' en la que se ve atacado por personas extrañas con claras intenciones homicidas. Se ve obligado a huir y cambiar su vida por completo. No habría sido ningún desbarre si se le hubiera premiado a Ernesto Alterio, que en sus últimas actuaciones parece haber encontrado la llave del método Stanislavski, o a Víctor Clavijo en 'La espera', ambientada en la Andalucía rural de los 70, pues ambos son las columnas maestras que sostienen sendas películas.

Otros premios

 
El mejor guión fue para la película 'Late Night with the Devil', película australiana cuyo metraje es una anomalía hoy en día: 86 minutos.
 
Clama al cielo que 'La morsure' se haya llevado un premio, en este caso el de fotografía. Será porque buena parte del metraje transcurre de noche. Y hay un trabajo de iluminación. La historia se ambienta en los años sesenta en un colegio religioso francés femenino. Dos adolescentes, Françoise y Delphine, escapan de su colegio católico para asistir a una fiesta de disfraces con la intención de acostarse y perder la virginidad. Tras un viaje en un auto robado conducido por un adulto que queda embelesado por una de ellas, en la fiesta nocturna que ocurre en una mansión se toparán con que el anfitrión, otro adolescente  con cara de alelado, dice ser un vampiro. Si a eso le sumamos que Françoise está convencida de que esa noche morirá ya tenemos una película de lánguido metraje y soporífera siesta. Como dice el único adulto que aparece en la película: "En muchas ocasiones la expectativa del propio viaje es mucho más interesante que la experiencia de la fiesta en sí misma".

Por último, el premio a los mejores efectos especiales -galardón que en este género es en ocasiones fundamental- fue para la película 'El reino animal', que gustó mucho a juicio de los que pudieron verla. Y el premio a mejor música fue para Markus Binde por 'Club Zero'. Sorprende, y mucho, que una obra como 'La teoría universal' de Timm Kröger no se llevase nada. Es una película extraña, con una banda sonora magníficamente introducida en los pasajes de la historia y con un juego con el espectador que, en ocasiones, puede ser exasperante pero a la vez magnético. Estamos en 1962 donde Johannes, un doctor en física, viaja con su supervisor de doctorado a un congreso científico en los Alpes suizos. Lo que parece una película de misterio, poco a poco va girando a una hermosa historia de (des)amor cuando el físico descubre en una actuación jazzística en el hotel a Karin, una pianista de jazz de la que poco a poco va enamorándose. He de reconocer que no sé si Timm Kröger, también coguionista junto a Roderick Warich, se está quedando con el personal o si todo lo que uno ve tiene cierta lógica. Trataré de averiguarlo en la Seminci próximamente, pues la organización del Festival de Valladolid la ha programado en su sección "Academia del Cine Europeo". Y necesito verla de nuevo.
 

Títulos a destacar, ambiente festivalero y homenajes

 
De los títulos vistos, y que no he reseñado hasta ahora, quisiera recomendarles el visionado de 'Black Flies' enmarcada en la sección Órbita. Dirigida por Jean-Stéphane Sauvaire e interpretada con una fuerza interpretativa digna de Óscar por Tye Sheridan y Sean Penn. Sauvaire describe sin ninguna concesión al espectador la vida diaria de los paramédicos que recorren en ambulancia las calles de Nueva York. Una película dura y magnífica que dará que hablar en su estreno próximamente.
 
 
Junto a Brando de Sica tras la proyección de su película en Cinema Casino Prado.
 

Por último, quisiera resaltar dentro de Noves Visions la obra novel del nieto de Vitorio de Sica, Brando de Sica. Con su 'Mimí, el Príncipe de las tinieblas' quiere hacer un homenaje a aquellas películas en las que aparecía la figura de Drácula. De  Sica hace una relectura hermosa y muy original del mito del vampiro llevándolo a la actualidad a Nápoles. En esta ciudad vive Mimí, un adolescente huérfano nacido con los pies deformes que trabaja en una pizzería. Un día conoce a Carmilla, una joven que afirma ser la descendiente del mismísimo Conde Drácula. El descubrimiento del primer amor hará que Mimí quiera estar a la altura del "amour fou" al que le impulsa Carmilla.

Sitges 2023 es un monstruo compuesto de numerosas secciones: la Oficial, Sesiones Especiales, Noves Visions, Panorama Fantástic, Órbita, etc. Algo inabarcable. Uno tiene la sensación de ser devorado por el Auditori Meliá, la sede principal del certamen y al cabo de dos horas ser regurgitado por la parte trasera del mismo... y vuelta a empezar. La pega de la sede es que está a unos 20 minutos del centro de la ciudad, donde se encuentran dos recintos importantes como son el Cinema Casino Prado y el Cinema Retiro.
 
Está claro que el Festival cuenta con un nutrido apoyo por parte de un público que está volcado con las proyecciones y aplaude enfervorecido cada vez que aparece el título o las productoras en pantalla. Según el director, Ángel Sala, si el año pasado se alcanzó los 160.000 espectadores, este año no sería extraño que se superase esa cifra.
 
 
 
El Auditori Meliá, sede principal del Festival de Sitges, con una gran acústica y pantalla hermosa. La lástima son las butacas que, a pesar de estar en plano inclinado, no permiten la visibilidad perfecta de los títulos de crédito que están debajo de la pantalla
 
 
 
 
Una de las actividades que se celebraron y que más regocijo trajo al público de Sitges fue la Sitges Zombie Walk del sábado 7 de octubre, en donde mucha gente -como se puede ver en la foto- se prestó a ser maquillada para convertirse en zombies, convirtiendo a este festival en algo lúdico y lleno de regocijo.
 
Para acabar, uno de los carteles que poblaron Sitges durante el 5 al 15 de octubre ha sido el de la figura de King Kong debido a que se cumplían 90 años de la versión original de 1933 dirigida por dos aventureros del cine como eran Ernest B. Schoedsack y Merian C. Cooper y que inspira el logo del festival. La obra maestra de la RKO se proyectó el día 14 en el Cinema Casino Prado. 

Sitges también quiso homenajear en su clausura con el Premio Máquina del Tiempo a Hideo Nakata, cuyo 'The ring' (1999) ganó el premio a mejor película, y a Brad  Anderson, que presentaba 'Blood'. También J. A. Bayona lo recibió aprovechando que el certamen había programado su magnífica 'La sociedad de la nieve' el pasado día 9.
 




 

jueves, 5 de octubre de 2023

Sangre, esfuerzo, lágrimas y terror

Arranca Sitges con presencia de J.A. Bayona, Paco Plaza, Carlota Pereda, Aritz Moreno, Pablo Berger...


Hoy empieza la 56ª edición del SITGES -Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya-, que este año homenajea el 60 aniversario de ‘Los pájaros’ de Alfred Hitchcock. Si el año pasado el Festival ya mostraba unas cifras increíbles que superaban a las prepandémicas, este año se siguen superando. Del 5 al 15 de octubre, se podrá disfrutar de un total de 369 obras cinematográficas, repartidas entre las secciones oficiales, la sección Brigadoon y Sitges Family, que podrán verse en 7 salas distintas. Solo contando las secciones oficiales el total ya asciende a 182 largometrajes y 67 cortometrajes. De entre todas ellas, tendremos la oportunidad de gozar de 13 premieres internacionales y más de 350 invitados de auténtico lujo, que (en gran parte) desfilarán por alguna de las 22 alfombras rojas -no con mi sangre- que tendrán lugar. 

Yo he reservado ataúd para poder descansar después de tanto atracón y frenesí. Porque el director Ángel Sala siempre trata de arrojar números a la cara para epatar. Yo prefiero que sea la calidad de la pantalla lo que me embelese.


En cuanto a las actividades fuera de lo estrictamente cinematográfico, las cifras siguen siendo impresionantes -Salas dixit-: se grabarán un total de 8 podcasts en directo - como si a alguien le importara-, se celebrarán 3 terroríficas exposiciones (terrorífico si tengo que pagar) y se presentarán 2 libros oficiales. Como ven con esto último, Gutemberg se resiste a morir cual príncipe de las tinieblas.


31 largos en la sección oficial 


De lo que Sitges ofrece en esta sección, vamos a centrarnos en lo que uno más conoce. Para lo desconocido, ya me iré metiendo en las salas (Auditori Meliá, Cinema Retiro y donde me juego la vida, el Casino Prado).

Arranca el Festival con el director Paco Plaza con Hermana muerte, que si logra el mismo nivel artístico que con Verónica me daré con un canto en los dientes. Me dicen que es una continuación de esta última. En Estados Unidos lo habrían indicado con un Verónica 2. La secuela transcurre en un convento en los tiempos de la posguerra donde una de las monjas, interpretada por Aria Bedmar, tiene poderes sobrenaturales.


Robot Dreams, nueva propuesta animada de Berger


Me voy a quedar sin ver Robot Dreams del que se va pareciendo a Erice por lo poco que rueda, cuatro filmes en su carrera, Pablo Berger. Aquí deja ficción de carne y hueso por la animación. El filme trata de un perro solitario -como los críticos de cine pero sin colmillos tan afilados- llamado Dog. Un día decide construirse un robot para que sea su amigo. Su amistad crecerá en un Nueva York de los años 80 que, sospecho, es la época en que Berger pasó unos años por allí. Veremos si logra el nivel de Torremolinos 73 o Blancanieves.


Mucho interés despierta el japonés Takeshi Kitano con Kubi, regresando al cine de samuráis que tan bien se le dio en El verano de Kikujiro (bueno, había un yakuza, versión moderna del samurái grosso modo pero quería recordarla aquí). En Kubi tenemos a un Japón convulso -cuándo no lo ha sido, al menos, en el cine- y Lord Oda planea controlarlo, donde los señores de al guerra rivales luchan entre sí en un conflicto que salpica a varios clanes.

Me alertan de una prometedora propuesta de Argentina, Cuando acecha la maldad,  una película de Damián Rugna, director y escritor que, entre sus numerosas películas, destacan No sabés con quién estás hablando (2016) y sobre todo Aterrados(2017). Veremos.


Moscas la nueva propuesta de Aritz Moreno


El autor de la muy apreciable y con la que debutó Ventajas de viajar en un tren, Aritz Moreno, nos trae Moscas. Es la historia de un hombre de negocios poderoso y sin escrúpulos, encarnado por Ernesto Alterio, que, tras pinchar una rueda, encuentra un cadáver en el maletero. Comienza así una carrera a contrarreloj para deshacerse del cuerpo.  Se trata de la adaptación de un libro del argentino Kiko Ferrari lleno de giros y humor negro.

También participarán entre otros: Salem (Jean-Bernard Marlin), In Flames (Zarrar Kahn), La espera (F. Javier Gutierrez), La teoría universal (Timm Kröger), Late Night with the Devil (Colin Cairnes, Cameron Cairnes) o Acide (Just Philippot).

Fuera de concurso



Emma Stone en Pobres criaturas, en un papel me temo distinto al de La la Land

En la oficial no a concurso otro de los filmes más esperados en Sitges es Pobres Criaturas de Yorgos Lanthimos. Conocido por películas como Canino (2015), Langosta (2015) o la menos conseguida El sacrificio de un ciervo (2017), su último filme consiguió el León de Oro en la pasada edición de Venecia. Lanthimos nos trae una historia con dosis de feminismo, ciencia ficción, ambientación victoriana y su esperada dosis de comedia negra, negrísima.

 

Belén Rueda sigue abonada al terror con La ermita


También en la sección oficial pero no a concurso, Carlota Pereda, que se dio a conocer el año pasado con su Cerdita, nos trae ahora a Sitges con La ermita, una mezcla entre drama y terror sobrenatural donde Belén Rueda interpreta a una falsa médium.




domingo, 1 de octubre de 2023

El palmarés del Zinemaldia 2023: ellas los gordos, ellos las migajas

'O corno / The Rye Horn' logra la Concha de Oro de la 71ª edición del Festival de San Sebastián 


La directora Jaione Camborda se llevó la Concha de Oro por O Corno


El largometraje O corno (España-Portugal-Bélgica), dirigido por la donostiarra Jaione Camborda, se ha alzado con la Concha de Oro de la 71ª edición del Festival de San Sebastián. Los que me lean querrán saber la opinión crítica del que esto escribe. Bien, no puedo decir nada porque no la vi. De las 16 películas que iban a concurso, escogí 12. Es un riesgo dejar cuatro sin ver, lo sé. Pero en el menú siempre hay otros platos y sucede que hay que elegir los que crees te van a "alimentar" y con los que vas a "disfrutar" más. Cada vez tengo menos espíritu de sacrificio, y la sección oficial te obliga a inmolarte en la pira del aburrimiento en muchas ocasiones. Películas como MMXX de Cristi Puiu -la gran decepción- cuya duración de 160 minutos fue de récord, la lírica de Raven Jackson con All Dirt Roads Taste of Salt de una morosidad donde ves crecer la hierba o secarse la pintura, o La isla roja de Robin Campillo que no sabe ni él qué es lo que quiere contar sobre los militares franceses en Madagascar o Un silence de Joachin Fosse que, llevados más de 40 minutos de proyección, ¡todavía no sabes si eso que ves es carne o pescado! Y qué decir de ese cine feminista, de empoderamiento de la mujer como el caso de The Royal Hotel de Kitty Green o Un amor de Coixet, donde los indios (hombres) son los malos, y los vaqueros (mujeres) son los buenos, rebuenos.

Lo voy a decir antes de que se me olvide: este año debería haber quedado en blanco la Concha de Oro. El reglamento no lo permite. No ha habido ninguna obra que por su calidad destacase en demasía. Hablo de la ausencia de filmes sobresalientes, ni siquiera notables los ha habido. Incluso los periodistas que han seguido la Oficial al completo -profesionales y con años de experiencia en esto- así me lo declararon a la salida del Teatro María Cristina. ¡Qué rara es la unanimidad!

En mi retina quedan algunas que me han librado de hacerme el harikiri en el Kursaal, en el Teatro Principal o en el Victoria Eugenia. Son The Successor de Xavier Legrand, cuya idea de asistir a un funeral y realmente descubrir que no lloras por el difunto sino por otro deja al espectador conmocionado; Esto va a doler de Christos Nikou, que ha sido ayudante de direccion en películas como Canino de Yorgos Lanthimos o Antes del anochecer de Linklater, que le habrán servido para no aburrir al público y entretenerlo como lo hace este su segundo largo con una idea brillante: un dispositivo para poder saber si la pareja está enamorada, verdaderamente, uno del otro y sus efectos según el resultado; o Ex-husbands de Noah Pritzker que, aunque puede no ser de festival, al menos tiene el coraje de hablar de la soledad a que se enfrentan los hombres maduros y su relación con los hijos. 

Como ya sé de qué palo va este Festival, no me ha extrañado que la cineasta y presidenta del jurado oficial, Claire Denis, haya escogido una película dirigida por una mujer. Hay que empoderar el cine femenino. Son estos tiempos. El resto del Jurado -ignoro en qué grado han sido corresponsables- lo completaban la actriz Fan Bingbing -ganadora de una Concha-, la productora Cristina Gallego, la fotógrafa Brigitte Lacombe, el productor Robert Lantos, la actriz Vicky Luengo y el director Christian Petzold, que presentaba en la sección Perlas su película truño "El cielo rojo", y que fue la única de la que me largué de la sala. En otras ocasiones, he sido masoquista, o bien pudiera ser que en el asiento alguien hubiera derramado Loctite. 

Por cuarto año consecutivo, la Concha de Oro ha sido conquistada por una mujer después de Beginning (Dea Kulumbegashvili, 2020), Blue Moon (Alina Grigore, 2021) y Los reyes del mundo (Laura Mora, 2022). Además, O Corno es la primera película procedente del programa Ikusmira Berriak, coorganizado por el Festival de San Sebastián, Tabakalera y Elías Querejeta Zine Eskola, que consigue el máximo galardón en la Sección Oficial.

Más empoderamiento femenino. El jurado oficial ha decidido otorgar, además, la Concha de Plata a la mejor dirección a Tzu-Hui Peng y a Ping-Wen Wang por A Journey in Spring (Taiwán). Película que tiene su interés creciente en el relato de un anciano con cojera que ha dependido de su esposa a lo largo de los años. Viven en una vieja casa en la periferia urbana de Taipei y las directoras consiguen hacernos interesar por su relación, desgastada por años de matrimonio. Otra parte importante a raíz de un hecho dramático es la relación que hay con sus dos hijos. El uso de flashbacks y la puesta en escena hace que los 90 minutos vayan cobrando mayor interés en el espectador por estos personajes humildes y derrotados por la vida en su expectativas. 



Benjamín Naishtat y María Alché, guionistas de Puan, premios al guión y al actor, Marcelo Subiotto


El Premio al mejor guion ha sido para María Alché y Benjamín Naishtat por Puan (Argentina-Italia-Alemania-Francia-Brasil), largometraje dirigido por ambos. No fue el único premio que se llevó, algo a todas luces excesivo. Pero, ¿qué quieren que les diga? Tras años de quejarme por ningunear este festival las comedias, ahora que le dan dos galardones a una, no me voy a quejar, pues la disfruté. Puan es el nombre de la estación de metro donde se halla la Universidad Pública de Argentina. Relata la vida familiar y la labor docente en Filosofía de Marcelo. Lo mejor es la descripción de un país como Argentina que va al desastre. Lo que no tengo claro es que Alché y Naishtat apunten a las causas de este naufragio tanto de la crisis que afecta a Argentina como a la del protagonista, una especie de Peter Sellers en El guateque. 


PLENO MASCULINO A LOS PREMIOS DE INTERPRETACIÓN


La Concha de Plata a la mejor interpretación protagonista recayó ex aequo en Marcelo Subiotto y en Tatsuya Fuji por sus respectivos papeles en Puan, de Alché y Naishtat, y Great Absence (Japón), de Kei Chika-ura. Nada que decir de Subiotto, cuya interpretación humorística aumenta en las escenas con Leonardo Sbaraglia, otro profesor de Filosofía que aspira a la cátedra vacante en la universidad. Tatsuya Fuji es un actor de 82 años que tal vez no les suene de nada. Sin embargo, su filmografía va desde de El imperio de los sentidos (1976) de Nagisa Ôshima, pasando por haber trabajado con directores japoneses de renombre como Takeshi Kitano, Takashi Miike o Naomi Kawase. Great Absence la programaron el penúltimo día en el Kursaal 1 con el director y el actor presentes a una hora no cristiana, las 15.30. Tras haber ingerido chuletillas de cordero y una gran copa de tinto Rioja en El Caserío, no estoy en disposición de valorar en su más justos términos una película de 152 minutos. Entre cabezada y cabezada, recuerdo que la película, a ritmo moroso, iba de un actor que ha vivido durante años distanciado de su padre, un profesor universitario jubilado que se divorció de su madre. La llamada de la policía hace que vaya a visitar a su padre, que sufre de demencia. Se topa que está conviviendo con una segunda mujer, que ha desaparecido misteriosamente. El filme no se cuenta linealmente, sino que tiene saltos continuos en el tiempo. Soy testigo de la gran ovación, no sé si porque había gustado al público o porque en Donostia gusta de recibir a los artistas con cariño y respeto -ya lo dijo Jennifer Chastain al afirmar que en ningún sitio te dan la bienvenida como en San Sebastián-.  



La Concha de Plata a la mejor interpretación de reparto fue para Hovik Keuchkerian por su personaje en Un amor de Isabel Coixet. La verdad es que de esta historia lo único resaltable es la relación que tiene este personaje con la protagonista Nat, encarnada por Laia Costa, que trata de buscar en un pueblecito sin nombre la tranquilidad que no tenía en la ciudad, cuyo trabajo de traductora en -¡cómo no!- una ONG para inmigrantes y refugiados traumatizados, le ha marcado en su ánimo.   


RESTANTES CONCHAS


Isabella Eklöf, contenta al recibir dos distinciones, Premio Especial del Jurado y Fotografía, por su película Kalak


Dirigida por Isabella Eklöf, Kalak (Dinamarca-Suecia-Noruega-Finlandia-Groenlandia-Países Bajos) ha cosechado tanto el Premio a la mejor fotografía para Nadim Carlsen como el Premio Especial del Jurado "porque nos introduce en un mundo que ignorábamos por completo con unas interpretaciones sorprendentes y empáticas, y con una manera de mostrar el país, sus conflictos y su belleza escondida a través de un verdadero arte cinematográfico". No puedo echar pestes de esta película pues no la vi. Los que me hablaron de ella no lo hicieron con entusiasmo, aunque sí me advirtió alguno de que era "típica para premios en el Zinemaldia". Acertó de pleno. El tema de la pederastia, que ha sido tratado en varias películas, está presente aquí también.Jan huye de sí mismo tras haber sido agredido sexualmente por su padre. Viviendo en Groenlandia con su pequeña familia, ansía formar parte de su cultura abierta y colectivista y convertirse en un Kalak, un sucio groenlandés.


En el palmarés hay un debut en el largometraje (A Journey in Spring) y tres segundas películas (O cornoGreat Absence y Kalak).


Tras la gala tuvo lugar el estreno mundial de Dance First (Reino Unido-Hungría-Bélgica), la nueva película de James Marsh, que ha acudido a San Sebastián en compañía de Gabriel Byrne, Sandrine Bonnaire, Aidan Guillen, Fionn O'Shea y Leonie Lojkine. Después, a emborracharse y comer entremeses, que para eso paga el erario público.


OTROS PREMIOS OFICIALES


El Kursaal acogió la gala de clausura de la 71ª edición del Festival, en la que también se ha hecho entrega de otros premios oficiales.


Esta es la película que todos querrán verla cuando se estrene


Así tenemos que el Premio del Público Ciudad de Donostia, que eligen los espectadores de la sección Perlak, ha sido para La sociedad de la nieve de J.A. Bayona, que clausuró el Festival de Venecia. Habiéndola visto, no me extraña que la hayan escogido para los Oscar. Es un peliculón en toda regla. Soy testigo de que, en cierto momento de la proyección en el pase de prensa, el público respiró tras unos minutos de shock por lo que acababa de ver. Bayona ha depurado su estilo, sabe lo que es el montaje, los silencios y la música, los movimientos de cámara, cuándo acabar una escena y cómo crear una angustia y una alegría por ver a esos jugadores de rugby -actores desconocidos por estos pagos- sufrir y batallar por sus vidas tras un accidente de avión en los Andes. Alguno me decía que era muy Steven Spielberg, sin darse cuenta de que, en realidad, estaba siendo un piropo en lugar de un desdoro. Créanme, es la mejor película junto con Cerrar los ojos de Víctor Erice y La estrella azul de Javier Macipe que he visto en el Zinemaldia. 


La película revelación del Zinemaldia 2023: La estrella azul. En el centro su director, Javier Macipe


No me extraña que esta última, La estrella azul, haya conseguido el Premio TCM de la Juventud. No es de recibo que la hayan metido en Nuevos Realizadores, ya que su calidad es sobrada para haber participado en sustitución de alguna de las películas españolas que han estado en la Oficial. Estamos en los años 90 en Zaragoza. Un famoso rockero tiene bolos pero su carácter "especial" y su caída en la droga le hace tomar la decisión de recorrer Latinoamérica para poder salir de su fondo e inspirarse en un folklore auténtico de canciones típicas de Santiago del Estero, las chacareras argentinas. Allí conoce a un anciano músico en horas bajas como él y de su encuentro nace una amistad que le servirá para volver a su Zaragoza natal y tratar de seguir con su carrera musical. Unos diálogos soberbios, llenos de verdad, sequedad y humor, con esa socarronería maña, una historia contada a base de situaciones que sorprenden al espectador. Dará que hablar.

Hay otras películas reseñables, claro. Por ejemplo el Premio del Público a la Mejor película europea se lo ha llevado Io capitano (Yo, capitán) (Italia), con la que Matteo Garrone ganó en Venecia el León de Plata al mejor director y Seydou Sarr el Premio Marcello Mastroianni a mejor intérprete joven. A pesar de la dureza de la historia, Garrone da un respiro al espectador en el seguimiento de esta épica historia de dos primos que abandonan Dakar para ir a Europa.


Finalmente, Bahadur The Brave (India), el debut de la cineasta Diwa Shah, ha conseguido el Premio Kutxabank-New Directors, mientras que el Premio Horizontes ha recaído en El castillo (Argentina-Francia-España), primer largometraje en solitario de Martín Benchimol. El Premio Zabaltegi-Tabakalera ido a parar a El auge del humano 3 de Eduardo Williamsl.

Además, el Premio Irizar al Cine Vasco lo ha ganado El sueño de la sultana (España-Alemania), el debut en el largometraje de la directora de animación Isabel Herguera, mientras que Fingernails (Esto va a doler) (EEUU), segundo filme de Christos Nikou también incluido en la Sección Oficial, ha logrado el Premio FIPRESCI. Esto va a doler es una comedia romántica muy entretenida que mereció alguna distinción, pero ya se sabe que cuando una obra no aborda cuestiones sociales y de índole de izquierdas, lo único que le queda es triunfar en la taquilla.


Premio Donostia 2023 a Víctor Erice


De todos los momentos, me quedo con haber podido estar frente a Víctor Erice, que presentaba en rueda de prensa su testamento cinematográfico Cerrar los ojos. Escucharle hablar te hace aprender, no como la inmensa mayoría de hoy, que no sabe poner sujeto, verbo y predicado en su sitio. Se presentó con una camiseta con imágenes de los orígenes del cine de los Hermanos Lumière. De su intervención a preguntas de la prensa destaco esto:

"De ese proyecto original, sólo queda hoy la sala cinematográfica. Hoy las películas se producen, se realizan y se distribuyen de una manera completamente distinta, es otro mundo al que yo llamo el mundo del audiovisual. Sólo queda la sala y, prácticamente, como residuo. Una verdadera película reclama como medio natural absoluto la sala cinematográfica. Pero hoy sabemos que las grandes corporaciones tienen fundamentalmente una tendencia a apoderarse de todas las ventas, y eso incluye no sólo la televisión, sino las tabletas, los móviles... pero con eso se pierde uno de los proyectos originales del cine desde su nacimiento: ver una película era un acto de contemplación. Lo que ha cambiado es la experiencia de ver películas como una actividad que se desarrollaba en el conjunto de la sociedad -uno abandonaba por unas horas el cerco familiar- y encontraba en la sala de cine a los demás. Era una experiencia ciudadana, compartida. Y el desarrollo tecnológico nos ha conducido al hecho de que contemplar una película tenga lugar en la privacidad doméstica, que ya no es lo mismo. El impulso de las fuerzas que dominan la economía del cine y del desarrollo tecnológico es que nos quedemos en nuestro rinconcito, con nuestro artilugios técnicos. Yo reclamo, reivindico la experiencia pública, la experiencia pública".

Toca cerrar los ojos y escucharle. 





LO ÚLTIMO ES...

Fant 2024

Los directores Pedro Olea y el italiano Lamberto Bava premios Estrella del Fantástico del Fant 2024 El actor Javier Botet y el productor bil...

LO MÁS LEÍDO