Los domingos de Alauda Ruiz de Azúa consigue la Concha de Oro
Además, Joachim Lafosse logra la Concha de Plata a Mejor Dirección por "Six Days in Spring" y los actores José Ramón Soroiz (Maspalomas) y la china Zhao Xiaohong (Her Heart Beats in Its Cage) la Concha ex aequo de Plata a Mejor Interpretación
Valla en la que aparece el cartel de Los domingos, ganadora del Zinemaldia 2025 |
Si les nombro los siguientes nombres: Dea Kulumbegashvili, Alina Grigore, Laura Mora, Jaione Camborda y Alauda Ruiz de Azua, ¿les suenan de algo? Bueno, sobre la última, directora baracaldesa, tal vez hayan leído que ayer ganó la Concha de Oro por "Los domingos". El resto también desde 2000. Tan sólo un "enfant terrible" ha podido meter pitón entre tantas "conchas" que dirían los argentinos: Albert Serra.
Un compañero de fatigas en esto de cubrir el Zinemaldia, oliéndose lo que se venía, ponía ayer sábado el siguiente tuit: "Ha sido un festival político y me temo, un palmarés político". No se equivocó. Desde hace años ya sé que no se valora el cine, sino el tonelaje de dinamita ideológica que contiene la película ganadora. A veces, ocurre que la calidad cinematográfica y la reivindicación –del tipo que sea– van unidas; en muchas otras ocasiones, no.
Viendo el listado de premiados en la Sección Oficial –los otros ya ni te cuento–, se revela por dónde van los tiros: la intransigencia –de cualquier tipo–, la diversidad cultural, la homosexualidad, el maltrato a la mujer, el derecho al aborto, la desigualdad social, el amor interracial... Bueno, por no faltar no faltó que un chico con down subiera al escenario a reivindicar mayor visibilidad y oportunidades artísticas.
Cumplida la agenda woke, vayamos a juzgar un poquito qué tal ha ido el palmarés, teniendo en cuenta que J. A. Bayona ha presidido el Jurado Oficial junto a la cineasta portuguesa Laura Carreira y la directora estadounidense Gia Coppola; la actriz Zhou Dongyu; la cantante e intérprete argentina Lali Espósito; el actor británico Mark Strong y la productora francesa Anne-Dominique Toussaint. Creo que dice poco y malo del Festival de Cine de San Sebastián el hecho de que de los siete premios, cuatro fueran a parar a largometrajes españoles, frente a los dos que se llevó Francia, uno a Argentina y el ex aequo a China. Demasiado casero para ser un festival que se las da de internacional.
Desde que el pasado domingo 21 se pudo ver en el pase de prensa, "Los domingos" se perfiló como una de las aspirantes a la Concha de Oro. Todavía le estoy dando vueltas a un asunto: ¿por qué razón milagrosa y oculta este filme de Alauda Ruiz de Azua ha gustado tanto a críticos de derecha (ABC, El Mundo, El Diario Vasco) como de izquierdas (Gara, Berria)? A la salida del cine pegaba la oreja a ver qué comentaban los jóvenes –todavía los hay que van al cine, al menos como los caracoles salen en días de festivales– y, ¡oh, sorpresa!, parecía haberles interesado también. Me tiene tan intrigado desde aquel día que he tenido noches sin dormir.
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La directora Alauda Ruiz de Azúa |
"Los domingos" es una buena película pero no es una obra maestra. Para explicar la unanimidad sobre un tema en apariencia tan poco atractivo como el hecho de que una hija estudiante de bachiller quiera probar si merece la pena meterse a monja de clausura, hay que dar con la tecla. Y la tecla que ha tocado Alauda en estos momentos tan polarizados en la sociedad española es... la intransigencia. La película interpretada por la inexperta (inocencia pura) Blanca Soroa (estará en los Goya) y la antagonista dramática Patricia López Arnaiz puede ser leída desde los dos frentes ideológicos de la misma manera: ¿Ves lo que pasa cuando no me aceptas y crees que tú llevas sólo la razón y la verdad escrita en tu bandera?
Alauda en rueda de prensa comentaba lo siguiente: "He intentado construir la película desde la tensión, de tal modo que los espectadores tienen que dilucidar hasta qué punto la joven Ainara experimenta un sentimiento genuino, auténtico o espiritual o es algo que realmente está acompañado, influido o empujado por un adulto, debido bien a sus carencias con el padre o bien empujado por los religiosos. También se habla de la vulnerabilidad que hay en la adolescencia, pues empiezas a sentir cosas muy adultas y no siempre las traduces bien. Una de las hipótesis que plantea la película es que la vulnerabilidad te puede llevar a una necesidad de afecto y querer sentirte especial”.
Me quedo con una respuesta que la directora realizó a la pregunta de qué significaba para ella los domingos: "Los domingos suele ser un día de ver cine, la verdad".
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José Luis Guerín ganó el segundo premio por Historias del buen valle |
Resto del palmarés
El jurado dio el Premio Especial, una manera de resaltar una segunda buena película, a "Historias del buen valle" del interesantísimo documentalista José Luis Guerín. Nada que objetar, pues aunque no es una obra redonda contiene momentos de gran brillantez en la descripción de un barrio periférico de Barcelona: Vallbona. Como dijo el Jurado, el premio va a "una película que dirige su cámara hacia la periferia, hacia rostros y paisajes pocas veces filmados para trazar una mirada que fluye generosa y humana sobre el tiempo, evocando en ese viaje la esencia misma del cine". Guerín volvía así a triunfar otra vez –hace veinticinco años lo hizo con la espléndida "En construcción– con el mismo Premio Especial del Jurado.
José Luis Guerín dudaba mucho de que le cayera algo sabiendo que el jurado estaba mayoritariamente integrado por actores y actrices cuando no contaba con actores y actrices en su película. Pero no tuvo en consideración la ayuda del presidente J. A. Bayona, que le confirmó que es del barrio La Trinitat Nova, colindante con Vallbona donde rodó Guerín.
Me temo que no la verá ni dios y pasará al catálogo de Filmin, sección Documentales. Y seguirá sin verse.
Como el wokismo hizo que el Zinemaldia (siguiendo la estela de la Berlinale) sólo concediera, a partir de 2021, un premio a la interpretación principal, pues hecha la ley, hecha la trampa. La Mejor Interpretación sin sexo ni género fue a parar ex aequo a dos actores: uno hombre, José Ramón Soroiz, por su papel en Maspalomas, en el rol de su vida que le han dado Jose Mari Goenaga y Aitor Arregi, y por el que logrará el Goya el próximo año; y otra mujer, la actriz Zhao Xiaohong, por el largometraje chino Her Heart Beats in Its Cage. Tiene la curiosidad esta notable película que Zhao Xiaohong interpreta el mismo papel que tuvo ella en la vida real: haber pasado diez años entre rejas por haber matado a su marido maltratador y tratar de recuperar la relación con su hijo.
Argentina tenia a concurso tres películas. Pues tuvo que ser la más demagógica y panfletaria la que se llevara algo. Camila Plaate obtuvo la Concha de Plata a la mejor interpretación de reparto por su interpretación en Belén. Interpreta a una joven mujer que es acusada de haberse provocado un aborto y, luego de dos años en prisión preventiva, es sentenciada a ocho años de prisión por homicidio agravado por el vínculo. Una abogada tucumana luchará por su libertad junto al apoyo de miles de mujeres y organizaciones, quienes se unirán para cambiar el curso de la historia. Cine para convencidos de las causas.
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Jose Ramón Soroiz |
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Zhao Xiaohong |
Y aquí vino el desvarío completo. Esos momentos en que piensas que los miembros del jurado o bien han sufrido una indigestión, los han drogado o han sufrido una abducción marciana de carácter belga. No sólo uno, sino dos premios obtuvo la floja y mal iluminada propuesta del realizador belga Joachim Lafosse – ya obtuvo la Concha de Plata a la mejor dirección con Los caballeros blancos en 2015– . Este vez ha vuelto a ganar el mismo premio por Six Days in Spring (Bélgica-Francia-Luxemburgo) y también el Premio del Jurado al mejor guion, galardón que comparte con Chloé Duponchelle y Paul Ismaël. En el panel de críticos del Diario Vasco, estaba situada en la antepenúltima posición de los 17 largometrajes que concursaban. Y con baja puntuación. La mía no llegaba al aprobado.
Al Jurado no le parecía mucho dar tres galardones al cine made in Spain, sino que optaron por un cuarto, a todas luces excesivo aunque no desatinado. La distinción a la Mejor Fotografía ha sido para Pau Esteve por su trabajo en Los Tigres. Es verdad que tiene unas tomas submarinas impresionantes y que expresan muy bien la labor de los buzos y la tensión que hay debajo del agua. Y honra que Pau Esteve reconociera que el premio tenía que compartirlo con Eric, el director de fotografía de subacuático, "que es bastante suyo".
Jennifer Lawrence, cerca de mí, cerca del cielo. |
Mis lamentaciones inútiles. Una pena que ni Franz de Agnieszka Holland sobre la figura de Kafka ni Nuremberg dirigida por el norteamericano James Vanderbilt se fueran de vacío. Les regalaré gafas de ver buen cine a estos siete magníficos integrantes del jurado.
The End 2025
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