El Zinemaldia homenajea a la actriz Marisa Paredes en su cartel para la 73ª edición
La productora Esther García recibirá el Premio Donostia para reconocer su trayectoria, justo cuando se cumplen cuatro décadas de la creación de la compañía El Deseo de Pedro Almodovar
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El director de la 73ª edición del Zinemaldia junto al cartel oficial |
Desde entonces, ha trabajado en más de 75 largometrajes con directores como Fernando Trueba, Montxo Armendáriz, Jaime Chávarri y, sobre todo, con Pedro Almodóvar, para quien trabajó en Entre tinieblas (1983), Tacones lejanos (1991), La flora de mi secreto (1995), Todo sobre mi madre (1999), Hable con ella (2002) y La piel que habito (2011).
Su relación con el Zinemaldia ha sido habitual, hasta el punto que en una pasada entrevista confesaba que fue en Donostia donde descubrió por primera vez el mar. Además de venir por su trabajo en múltiples películas, también colaboró con el Festival para entregar la Concha de Plata al mejor actor a Javier Bardem en 1994 o los Premios Donostia a Ben Gazzara en 2005 y a Liv Ullmann en 2007.
Son ya ocho años consecutivos en los que una figura de la cinematografía contemporánea protagoniza el cartel oficial. Desde 2018 ha estado presidido por los retratos de Isabelle Huppert, Penélope Cruz, Sigourney Weaver, Juliette Binoche y Cate Blanchett entre las féminas; y Willem Dafoe y Javier Bardem entre los actores. Según la nota de prensa, el cartel de este año con la imagen de la madrileña Marisa Paredes ha sido diseñado por el estudio donostiarra Wallijai a partir de una instantánea tomada por el fotógrafo Manuel Outumuro en Madrid en el año 2000 cuando la actriz tenía 54 años. Bueno, más que instantánea diría que posado.
Aunque la idea germinal de todos estos carteles es buena, ninguna de las imágenes han dejado la más mínima huella en mi memoria. ¿Por qué? Porque no me remiten a ninguna de sus películas, a ninguna famosa escena mítica o a ningún plano memorable de la historia, no ya del Cine –sí, con mayúscula– sino de alguno de sus papeles interpretativos. En una época en que ya el Star System no existe o está capitidisminuido, José Luis Rebordinos y su junta directiva insisten en estas fotos insípidas y delebles, posados que como la sopa de Mafalda se me hacen odiosos para mi ojo cinéfilo.
Tal como ha señalado José Luis Rebordinos en la presentación de la cartelería en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea-Tabakalera, será la segunda vez que la actriz de La flor de mi secreto protagonice el cartel del Festival. "En 2006 fue representada como La dama de Shanghái y, ahora, 19 años después, en una imagen bellísima que nos recuerda su grandeza como actriz y como persona", ha declarado Rebordinos.
Pues ahí tienen la diferencia. Un cartel de luto a la izquierda y un homenaje en la edición de 2006 a una escena que permanece en la retina de muchos cinéfilos como se ve en el cartel de la derecha: Paredes encarna a Rita Hayworth en el clásico La dama de Shanghái de 1947. Los reflejos del espejo en negro, sí, pero con un vestido rojo y los labios carmesí que, al menos, otorgan más sangre y vivacidad que el de la presente edición.
Recuperación de carteles de 1959 y 1971
Resulta sorprendente saber que algo tan básico como conservar la cartelería de una institución cultural como es el Zinemaldia no estaba al completo hasta ahora. Afortunadamente, el cuidar el patrimonio cultural es algo que poco a poco va calando en las instituciones.
Así que celebremos que el Festival de San Sebastián continúe alimentando su archivo histórico con nuevas incorporaciones a su fondo. Entre los carteles que faltaban por recuperar en condiciones óptimas figuraban los de 1959 y 1971, correspondientes a la séptima y decimonovena edición, respectivamente. El Festival ha adquirido ambos posters de colecciones privadas de Londres y Madrid, respectivamente, y los ha restaurado digitalmente tras haber superado la fase de conservación curativa e instalación.
El primero de los carteles es obra de Alfredo Tienda y se lanzó en la imprenta Valverde de San Sebastián en el año en que ganó la Concha de Oro The Nun’s Story (Historia de una monja, 1959), de Fred Zinnemann, y el segundo, creado por Navarro y editado en la imprenta madrileña Edicolor, es el de la edición en que triunfó Le genou de Claire (La rodilla de Claire, 1971), de Éric Rohmer.
Esther García, una productora para Premio Donostia
Esther García (Cedillo de la Torre, Segovia, 1956) ha trabajado en más de un centenar de producciones. En 1986 se enroló en la productora El Deseo, creada un año antes por los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar, pero antes había participado como secretaria, ayudante o jefa de producción en películas como Pim, pam, pum… ¡Fuego! (Pedro Olea, 1975), que compitió en la Sección Oficial de San Sebastián; Siete chicas peligrosas (Pedro Lazaga, 1979), Sé infiel y no mires con quién (Fernando Trueba, 1985), El año de las luces (Fernando Trueba, 1986) o La vida alegre (Fernando Colomo, 1987). También colaboró en series como Curro Jiménez, que contó con directores como Mario Camus, Pilar Miró o los hermanos Romero Marchent, y Los pazos de Ulloa (Gonzalo Suárez), además de en gran parte de la obra de Mariano Ozores.
Pero Esther García está ligada a partir de 1986 con la figura de Pedro Almodóvar y su película Matador. Desde ese proyecto será pieza fundamental en todos los trabajos del manchego, que en la pasada edición del Festival de San Sebastián recibió también el Premio Donostia.
Su nombre aparece asociado al de los Almodóvar en películas como La ley del deseo (1987), que dio nombre a la productora, o Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), que optó al Oscar a la mejor película extranjera; un galardón que logró una década después con Todo sobre mi madre (1999). Además de La flor de mi secreto (1995), proyectada en la Sección Oficial de San Sebastián fuera de concurso, otros títulos en común son Hable con ella (2002), que brindó a Pedro Almodóvar el Oscar al mejor guion original; La mala educación (2004), que inauguró Cannes; y Volver (2006), que consiguió en el festival galo los premios al mejor guion y a la mejor interpretación femenina para todo el reparto antes de conseguir cerca de un centenar de galardones, entre ellos el FIPRESCI en San Sebastián. El listado es inabarcable.
El primer premio Donostia anunciado por José Luis Rebordinos no acaparará los flashes del glamour, pues Esther García, bien conocida en el mundillo cinematográfico, no se dedica a estar delante de, sino a la trastienda: esa en la que todo debe engranarse a la perfección so pena de que el resultado final no esté a la altura. No sé si es acertado afirmar el dicho de que detrás de todo un hombre hay una gran mujer, pero forzando el asunto con calzador podemos afirmarlo.
Uno de los aspectos más destacables de la productora El Deseo, donde Esther García ha sido pieza fundamental, es que se ha caracterizado siempre por dar oportunidad a cineastas en su día emergentes como Álex de la Iglesia, Isabel Coixet, Daniel Calparsoro entre otros. Además, también ha apoyado las carreras de importantes nombres del cine iberoamericano como Guillermo del Toro, Lucrecia Martel, Damián Szifron o Pablo Trapero por poner algunos ejemplso. Entre sus últimas producciones destaca Sirāt (2025), con la que Oliver Laxe obtuvo el Premio del Jurado en Cannes.
Galardones obtenidos por Esther García
Entre los numerosos galardones conseguidos por García, se cuentan el Premio Nacional de Cinematografía, recogido en San Sebastián en 2018, el Fotogramas de Plata 2019 y seis Premios Goya: tres como directora de producción por Acción mutante (Álex de la Iglesia, 1993), Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar, 1999) y La vida secreta de las palabras (Isabel Coixet, 2005), y tres como productora por Volver (Pedro Almodóvar, 2006), Relatos salvajes (Damián Szifron, 2014) y Dolor y gloria (Pedro Almodóvar, 2019).
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