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domingo, 25 de agosto de 2024

Perlas en Zinemaldia 2024

 Diez obras de Cannes, dos de Venecia y una de Berlín, Annecy, Toronto y Cinema di Roma forman las 16 Perlas del Zinemaldia 2024


Paolo Sorrentino, Jacques Audiard, Francis Ford Coppola, Paul Schrader, Hong Sangsoo o Sean Baker, entre otros, competirán en la sección Perlak del Festival de San Sebastián 


Audiard, Arnold, Baker y Coppola aspiran al Premio del Público en el Zinemaldia.


De entre todas las secciones que componen el macroevento cinematográfico de San Sebastián, el de Perlak de otros festivales es el que con más interés se espera. Ni la Oficial, ni Horizontes Latinos, ni New Directors, ni el resto de secciones pueden provocar lo que Perlak concita: expectación e ilusión por ver buen cine. Son películas que han pasado o van a pasar antes que la cita donostiarra por otros festivales y que sesudos asesores marcan con una K, de "kalitatea" para el Zinemaldia. Este año me sorprende, ya veremos si grata o desagradablemente, la concentración de obras provenientes de Cannes: diez películas entre las que está, como no podía ser de otro modo, la ganadora de la Palma de Oro, Anora, y una amplia representación del palmarés. Y aún así se han quedado en el tintero directores de la talla de Leos Carax, David Cronenberg o Yorgos Lanthimos.

13 películas de las 16 que integran la sección podrán aspirar al Premio del Público, que es otorgado por el público asistente al primer pase de la película. Son dos galardones metálicos: el premio a la mejor película, dotado de 50.000 euros, y el premio a la mejor película europea, de 20.000 euros, destinados a las distribuidoras de las películas en España.


Los diez filmes provenientes de Cannes


El director Sean Baker fue elevado a los altares de Cannes tras presentar en 2017 en la Quincena de Cineastas (antes de Realizadores) una peliculita titulada The Florida Project, donde toda la crítica se puso de acuerdo en ensalzar los valores cinematográficos de la historia de una niña pobre donde pasa sus veranos en un motel cerca de Disneyworld. A mí lo que me inspiró fue coger un hacha y acabar con ella y su odiosa familia y demás adultos.

Baker ha logrado con Anora la consagración con la Palma de Oro en Cannes. Plantea la peripecia de una joven trabajadora sexual de Brooklyn -tema el del sexo muy querido, ya tocado en Tangerine (2015) y Starlet (2012)- que se casa con un oligarca ruso. Cuando la noticia de la boda llega a Rusia, su cuentito de felicidad corre peligro pues los padres se desplazan a Nueva York con la intención de anular el matrimonio.

Donde habrá ostias (enfados con el sistema operativo hoy en día) será para coger entradas para ver la película de octogenario Francis Ford Coppola. Su ¿última? obra lleva por título el pomposo título de Megalópolis. No he leído ninguna crítica buena, salvo los que van a contracorriente que no se juegan su puesto de trabajo, sobre esta épica fábula romana (?) ambientada en una imaginaria América. Está protagonizada por el soseras Adam Driver. A modo de anécdota diré que cuando era un don nadie, Coppola se llevó la Concha de Oro en 1969 por Llueve sobre mi corazón


Expectación por ver Emilia Pérez,

Jacques Audiard es uno de los directores franceses más interesantes de las últimas décadas. Le descubrí en la Seminci con De óxido y hueso (2012) con Marion Cotillard haciendo de una Tristana francesa, entrenadora de delfines hasta que pierde una pierna, pero ya tenía películas aclamadas como Un profeta (2009) y De latir, mi corazón se ha parado (2005). Por San Sebastián se pasó hace unos años para presentar uno de los mejores western de estos años: Los hermanos Sisters (2018), producción francesa con actores norteamericanos como Joaquin Phoenix o John C. Reilly.



Este año ha logrado el Premio del Jurado con Emilia Pérez y será la que inaugure Perlak. Aquí habrá apuñalamientos por verla (el pecé de muchos será estampado contra la pared si se enlentece al reservar entradas). Se da la curiosidad de que el elenco femenino integrado por Zoe Saldaña, Karla Sofía Gascón, Selena Gómez y Adriana Paz ganó de modo colectivo el Premio a la Mejor Actriz por esta película. Rita es una abogada de un gran bufete que está más interesado en sacar a los criminales del atolladero que en llevarlos ante la justicia. Se siente infravalorada pero un día se le presenta una oportunidad cuando Manitas, líder de un cártel, la contrata para que le ayude a retirarse de sus negocios y hacer realidad un plan que lleva años preparando en secreto: convertirse en la mujer que siempre ha soñado ser.





He de confesar que el director napolitano Paolo Sorrentino es mi Dios, como otro dios lo fue el napolitano adoptivo, Diego Maradona. No en vano el italiano le dedicó un recuerdo de juventud en Fue la mano de Dios (2021) y tengo una escena grabada en mi retina con Maradona, bueno un sosías, haciendo malabarismos con la pelota en La juventud (2015).  De la primera guardo un desagradable recuerdo. Me la perdí en la cartelera de Bilbao, así que semanas después vi que la proyectaban un lunes en una localidad lejana: Balmaseda. Decidido a verla en sala cogí el automóvil y tras media hora de viaje comprobé que se había proyectado el fin de semana. Un error de cartelera de El Correo indicaba un día incorrecto. Lo único que me consoló fue ver a una maradonita pegando al balón contra la cristalera del Aula de Cultura donde estaba el cine de Balmaseda. Sus padres al lado, la Educación ausente.

He decido comprarme un pecé nuevo para poder reservar entrada para el día en que proyecten para los acreditados Parthenope, su última obra. La sinopsis me da mala espina, pero el hombre que ha rodado La gran belleza (2013) no me puede defraudar. Narra el largo viaje de la vida de Parthenope, desde su nacimiento en 1950 hasta hoy, epopeya femenina rebosante de una pasión inexorable por la libertad, Nápoles y los rostros del amor. Éxtasis o cólico nefrítico.

La directora Coralie Fargeat (París, 1976), que debutó con Revenge (2017) y con la que obtuvo el Premio a la Mejor Dirección en Sitges, presentará La sustancia por la que le otorgaron el Premio al Mejor Guion en Cannes. La protagonizan Demi Moore, Margaret Qualley y Dennis Quaid. La segunda obra de la francesa trata sobre un producto revolucionario basado en la división celular que crea un alter ego más joven, bello y perfecto. Si es la mitad de buena (aun no siendo comedia) que El profesor chiflado (1963) de Jerry Lewis daré por bien invertido las dos horas y veinte que dura.


Fotograma de Parthenope de Paolo Sorrentino, presente en la sección Perlak



Otra muestra de la producción francesa, algo habitual en esta como en la Sección Oficial, es la presencia de la Comedia, así con mayúscula, por ser algo bastante infrecuente. Por todo lo alto de Emmanuel Courcol (París, 1958) presenta la historia de un director de orquesta de renombre que descubre la existencia de un hermano, el cual comparte su pasión por la música. Es su tercer largometraje. Si la senda transita por la misma de su segundo largo, El triunfo (2020), donde un actor dirige un taller de teatro en una penitenciaría, será de esas películas que se  olvidan tan pronto como sales del cine con carita risueña.

Del resto de Cannes, tenemos al director y guionista Paul Schrader con Oh Canada, protagonizada por Richard Gere y Uma Thurman. Puede ser la película con la que salgas del Teatro Principal con ganas de suicidarte o irte al restaurante más caro a celebrar tu buena salud y fundir tu patrimonio antes de enfermar. Leo en la sinopsis que un exiliado en Canadá, Leonard Fife, concede una última entrevista cuando está al borde de la muerte, una confesión filmada delante de su mujer. ¿Entienden lo que les digo? 

De la India, la directora Payal Kapadia nos trae Lo que imaginamos como luz, obra en la que seguimos los pasos de una enfermera que se refugia en el trabajo para suprimir recuerdos dolorosos. Y otra directora, la inglesa Andrea Arnold, mostrará Bird, que narra la historia de una adolescente de  años que vive con su padre y hermano en una casa ocupada en el norte de Kent. Es parte de la cuota de cine social. La cuota política la aporta el cineasta iraní Mohammad Rasoulof con su The Seed of the Sacred Fig, en la que un juez se enfrenta a la paranoia en medio de los disturbios políticos de Teherán. De lo que no hay duda es que el cine iraní no será muy postmoderno, lo cual agradezco, pero tiene la capacidad de contar, de narrar, historias de modo clásico, casi literario, que no aburren aunque su ritmo no sea en general lo más logrado, sobre todo si las ves por televisión.


Las seis películas de otros festivales


Ganas tengo de ver la triunfadora del Festival de Annecy, Memorias de un caracol del director especializado en cine de animación el australiano Adam Elliot. Rara son las veces que la Animación me falla, ni siquiera en San Sebastián. Elliot nos cuenta la historia de una niña solitaria aficionada a coleccionar figuras decorativas de caracoles y que siente un amor profundo por las novelas románticas. Se trata del segundo trabajo largo después de Mary and Max (2009) que también venció en Annecy.


Marco, nuevo trabajo de Garaño y Arregi.




Y lo patrio. Tras su paso por la sección Orizzonti de la Mostra de Venecia, Marco es la nueva propuesta de Jon Garaño y Aitor Arregi. Clausurarán Perlak fuera de concurso en el Velódromo. Lugar al que todavía no he ido ni pienso ir a menos que sea txirrindulari de pista. 



El actor Eduard Fernández, un seguro en toda regla, da vida al personaje real de Enric Marco, un hombre que falseó su biografía para hacerse pasar por superviviente del campo de concentración de Flossenbürg. La triada compuesta por Garaño, Arregi y Goenaga, tanto monta como monta tanto, han sido los hijos predilectos del Zinemaldia, pues han visto nacer al público donostiarra 80 egunean (2010), Loreak (2014), Handia (2017) y La trinchera infinita (2019). Esta vez han cumplido la mayoría de edad yéndose a Venecia. Suerte.

Por último, reseñar otro filme de animación de DreamWorks, Robot Salvaje de Chris Sanders, una especie de Robinsona Crusoe robotizada en una isla desierta en la que tendrá que adaptarse al duro entorno y a la fauna local; Necesidades de una viajera del prolífico, más aún que Woody Allen, el coreano Hong Sangsoo, con otra estajanovista actriz Isabelle Huppert en el papel protagónico; y el brasileño Walter Salles que regresa a San Sebastián con I'm Still Here, que sigue la lucha de la mujer de un político laborista que desaparece durante la dictadura brasileña; y la no ficción María Callas: Letters and Memories, viaje íntimo a través de la legendaria soprano María Callas, interpretada por la actriz Monica Bellucci y dirigida por Tom Volf y Yannis Dimolitsas.





Comprobaremos si Francis Ford Coppola debería haber seguido cultivando viñedos tras ver Megalópolis

domingo, 11 de agosto de 2024

22 títulos del género "poliziesco"

El Zinemaldia ofrece un ciclo retrospectivo titulado 'Italia violenta: el cine policíaco italiano'


22 títulos conforman la muestra e incluye la publicación de un libro monográfico escrito por Felipe Cabrerizo



Uno de los ingredientes más interesantes del menú que cada año prepara el Zinemaldia es el de los ciclos retrospectivos. A veces son dos, en algunas ocasiones tan solo uno y el año del Covid no hubo. Te permiten tener una idea de la evolución de tal o cual director, caso del japonés Hiroshi Teshigahara el año pasado, o de disfrutar de ciclos temáticos, como fue hace años Cine y violencia global, o el que desde 2018 se empezó a denominar Klasikoa(k), películas recuperadas y remasterizadas por filmotecas nacionales y otras instituciones. Este año la retrospectiva le toca a Italia y a un género: el poliziesco.

Serán 22 largometrajes estrenados entre 1943 y 2023 los que integren la retrospectiva de la 72ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián que, con el título "Italia violenta: el cine policíaco italiano", ofrecerá una panorámica del denominado poliziesco. Además del ciclo, el Festival incluye la publicacion de un libro sobre el género escrito por el historiador Felipe Cabrerizo, coordinador de la retrospectiva junto a Quim Casas, crítico y miembro del comité de selección del Festival.

La muestra cuenta con la colaboración del Istituto Italiano di Cultura  para difundir un género que sirve para realizar un acertado retrato del país. 

El ciclo arrancará con Obsesión (1943) de Luchino Visconti, filme basado argumentalmente en la novela de James M. Cain, El cartero siempre llama dos veces. Con él se inicia el género policíaco italiano que será enormemente transitado durante toda la historia del cine italiano. A pesar de la multitud de obstrucciones del régimen fascista, la película resultó ser un gran éxito en su época: la gente vio un filme que no había creído posible. 

Bajo su influjo analizarán Mario Soldati o Fernando Cerchio las consecuencias que la guerra había dejado en el país: el primero con Fuga en Francia (1948), sobre un criminal fascista que intenta escapar clandestinamente con su hijo a Francia; el segundo con Nacido en el odio (1951), sobre un héroe condecorado en la guerra que decide hacer policía para ayudar a los miembros de su banda de gángsteres, rareza policía alumbrada aún por el estilo neorrealista.

El tratamiento del fenómeno creciente de las redes criminales serán abordadas por directores como Pietro Germi y Luigi Zampa. De Germi se podrán ver tres películas: En nombre de la ley (1949), en la que un joven juez trata de aplicar la ley en un pequeño pueblo siciliano acostumbrado a las reglas de la Mafia; La ciudad se defiende (1951), relato del robo a la taquilla de un campo de fútbol y sus consecuencias, y Un maldito embrollo (1959), uno de los filmes más representativos de Germi en el que se relata la investigación de un comisario del robo y asesinato en dos pisos de un mismo edificio. 

De Luigi Zampa se podrá ver Proceso a la ciudad (1952), basada en casos reales de la lucha contra el crimen organizado napolitano, trata de un juez encargado del asesinato de un respetable ciudadano de Nápoles que descubre que pertenecía a una gran organización criminal.


Vida propia del poliziesco


En los sesenta el poliziesco se desvincula de la evidente influencia de  los referentes extranjeros, emprendiendo un nuevo camino centrado en tomar el pulso a la sociedad surgida en Italia tras el colapso del boom económico. Damiano Damiani abrirá con El día de la lechuza (1968) un nuevo prisma sociológico sobre el problema de la Mafia y Elio Petri llevará esta vía política a su punto culminante con Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha (1969), con la que lograría el Oscar a la mejor película extranjera.

También podremos comprobar la influencia del género polar francés de la mano de Fernando Di Leo con Milán, calibre 9 (1972) o Sergio Sollima con Revólver (1973), en un panorama que fue enriqueciéndose hasta convertir al poliziesco en pilar fundamental de la industria cinematográfica italiana, capaz de estructura todo un star system en el que tendrán particular actores como Franco Nero, Fabio Testi, Gia María Volonté o Giuliano Gemma, protagonista del cartel del ciclo.


El terrorismo en pantalla


 

 

La aparición del terrorismo abocará a Italia a una guerra civil encubierta que encontrará pionera plasmación en La policía agradece (1972), filme de Stefano Vanzina, que se alzaría con la Concha de Plata al mejor director en el Festival de San Sebastián y punto de partida del filón conocido como poliziottesco. El filme narra cómo un grupo organizado se dedica a matar a delincuentes que no pudieron ser juzgados y el comisario Bertone es el encargado de dar con este grupo de vengadores.

La falta de prejuicios de directores como Umberto Lenzi -del que se ofrecerá Milano odia (1974), considerada la más violenta de los filmes italianos y Roma a mano armada (1976)- o Pasquale Squitieri abrirán enfoques de una hiperproducción que plasmó el colapso de todo un país anunciado por Francesco Rosi en Excelentísimos cadáveres (1976), donde Lino Ventura interpreta a un inspector que se encarga del caso de un asesino que ha matado a varios magistrados. Uno de los ejemplares thrillers políticos de Rosi, basado en una novela de Leonardo Sciascia.

El asesinato de Aldo Moro por las Brigadas Rojas provocará rigurosas reflexiones de realizadores como Giuseppe Ferrara con El caso Moro (1986) o Marco Bellocchio con Buenos días, noche (2003), al tiempo que colapsó una ficción que pareció desbordada por la propia realidad.

Tras unos años de bloqueo, el género resurgirá brillantemente con Gomorra (2008) de Matteo Garrone, película que lo devolvió a una primera línea que se antoja clave para el cine italiano y que en este ciclo se proyectará en un nuevo montaje del director remasterizado en 4K.



                                                                                                                                                                  Milano odia: la polizia non può sparare (1974) de Umberto Lenzi, uno de los 22 filmes del ciclo que se verá en el Zinemaldia 2024



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