La supernova de 2023 que se estrena en 2024
Javier Macipe, director , logra alegrar el corazón de un cinéfilo ya encanecido en barba, con millas audiovisuales en la retina y poco proclive a la sorpresa grata.
Se ha estrenado el pasado viernes, 24 de febrero de 2024 de Nuestro Señor Jesucristo (así se relataba antiguamente para dejar constancia al mundo de lo sucedido y dar fe) de uno de los acontecimientos cinematográficos del año. Y miren por donde, no verán la imagen del cartel en ninguna marquesina ni en ningún otro soporte publicitario: autobuses, metros, paredes... Ni si quiera en las cadenas de televisión como A3 o Telecinco, pues la producción no es de Atresmedia ni de Mediaset. Es lo que tiene hacer una película y no invertir un euro en publicidad: bien porque se acabó la pasta (¿pública?) o bien porque no se cree que dará un euro, o porque ya no interesa que se vean en las salas.
Así que aquí estoy yo con mi poder ilimitado para que miles, que digo, un millón de personas vayan a verla. Reconozco que es el sueño húmedo de todo crítico todo poderoso: hundir o elevar a los altares de la gloria (monetaria) una película. Vamos a poner el cartelito de color azul porque la estrella es...
Se trata de 'La estrella azul', escrita y dirigida por Javier Macipe y protagonizada por Pepe Lorente. ¿Que no conocen a Pepe Lorente? Un artistazo de Zaragoza. Al menos en el papel de Mauricio Aznar, un rockabilly aragonés que perteneció al grupo Más birras, creadores de 'Apuesta por el rock and rock', que luego versionara, entre otros, Héroes del Silencio.
La carrera en el cine de Lorente no es de lo más vistoso (papeles secundarios en 'La maternal' o 'El reino'), algo más en series como 'Élite', pero fundamentalmente curtido en el teatro. Aquí tienen una imagen de él para que se vayan haciendo idea.
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Atención a la interpretación de Pepe Lorente, a la altura de los grandes |
'La estrella azul' se presentó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en septiembre del año pasado. ¿En la sección oficial? Pues no. Los cerebros de la organización decidieron arrinconarla en la de Nuevos Realizadores. Flaco favor le hicieron a la película y al Festival. Gol en propia puerta, que se diría en el argot futbolístico. Y menos se entiende la ceguera del jurado seleccionador de las películas cuando el propio director del certamen, Jose Luis Rebordinos, aseguró en un encuentro con medios que "la película de Javier Macipe va a ser una de las grandes sorpresas de este año, es muy hermosa y va a encantar al público".
Observen la puntuación sacada de Filmaffinity de las películas españolas que participaron en la Oficial y de la que no estuvo. Saquen ustedes las conclusiones:
- La estrella azul.......................7,8 ptos...............523 votos
- Un amor.....................................6,8 ptos.............2.386 votos
- O corno (Concha de Oro).......6,7 ptos.............2.164 votos
- Dispararon al pianista............6,4 ptos................840 votos
- El sueño de la sultana..............5,4 ptos...............343 votos
La película de Javier Macipe entra desde ya a formar parte de ese póquer musical reciente formado por 'Once' de John Carney, 'Searching for Sugar Man' de Malik Bendjelloui y 'Whiplash' de Damien Chazelle que me han marcado profundamente.
Lo digo desde el principio: para mí fue la revelación del Zinemaldia de 2023. Ni Wim Wenders ('Perfect Days'), ni Bayona ('La sociedad de la nieve'), ni Erice ('Cerrar los ojos'), ni siquiera la ganadora de la Palma de Oro, 'Anatomía de una caída' de Triet, lograron lo que 'La estrella azul' hizo: emocionarme y sorprenderme plenamente como espectador.
Al coproductor, Simón de Santiago, le ha caído la lotería, porque encontrar con un guion como este es "de esos guiones que lees pocas veces en la vida", como afirmó en una entrevista en el Zinemaldia. Y doy fe de que es así.
La pude ver en el Teatro Principal de San Sebastián. Y doy fe de que de las 33 películas que me tragué, esta es, junto con 'La sociedad de la nieve' y 'Cerrar los ojos', la que obtuvo una mayor ovación del público.
Javier Macipe es zaragozano y, a pesar de ser su ópera prima -si exceptuamos un mediometraje-, 'La estrella azul' muestra una puesta en escena propia de un director maduro, sin ínfulas de cine de autor estomagante, que sabe cómo dirigir a actores profesionales (de Goya no solo Pepe Lorente sino el que hace de su hermano Marc Rodríguez) como a los amateurs (Cuti y Mariela Carabajal). Un cine lleno de veracidad y dramatismo, pero que como buen maño -al igual que Luis Buñuel- impregna la historia de una socarronería que te hace amar a los hermanos protagonistas.
Pepe Lorente interpreta a Mauricio, un roquero de los años 90 en Zaragoza. La escena inicial es tan buena que no sabes a ciencia cierta si ese que está subido en el escenario pertenece o no a una banda de rock auténtica, si el personaje que interpreta existió o no. Ese es el logro de Macipe, hacerte creer que todo tiene una base real. Y sin desvelar nada, algo de eso tiene como lo demuestra el final.
La ficción y la realidad están cosidas de un modo milagroso, es como la prenda con su forro. Macipe llegado el momento muestra el forro, las costuras. Y sorprende y emociona gratísimamente, pues no hay nada artificioso, que chirríe, que esté impostado. Es lo mismo que busca el cantante de rock: la autenticidad.
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Pepe Lorente, Mauricio; bailando una chacarera con Mariela Carabajal, actriz no profesional |
Tres partes
La historia está dividida en tres partes: Zaragoza, viaje a Santiago del Estero (Argentina) y vuelta a su ciudad natal. En Zaragoza asistimos a la descripción del personaje, su familia, su amor (Bruna Cusí), sus ensayos musicales y su crisis personal.
La segunda parte, en su viaje sanador a Santiago, asistimos junto a Mauricio a la impregnación de una música -canción y baile- llamada la chacarera. La oímos y la bailamos a pesar de estar sentados en la butaca. La presencia de don Carlos, un anciano autor de hermosas composiciones chacareras y el recibimiento que le da, hace que esta parte sea hermosísima, pues asistimos a una sanación del alma -al menos, como dice Mauricio, "me has hecho salir del fondo en el que estaba"- y somos, además, copartícipes del milagro de su formación en el guitarreo de las chacareras y de la creación musical. Este encuentro con el maestro argentino encierra una historia preciosa, "que merece una película que llegue al mundo entero", afirma Macipe.
Según el director, el protatonista "representa una figura universal, el hombre que
renunció al éxito para perseguir un sueño. Un hombre que se reinventó
siempre para mantenerse genuinamente libre, al margen de las modas de la
industria. Él medía el éxito con unos parámetros propios, le daba igual
tocar en la calle o ante miles de personas".
La vuelta, tercera parte, no estará exenta de realismo duro. Mauricio tendrá que afrontar de nuevo sus demonios internos y familiares. ¿Sabrá vencerlos o alguien arrojará la toalla al verle noqueado en el último asalto de su vida?
Tendrán que verla para averiguarlo. Lo bueno de los artistas es que, aún abandonando el ring, siempre nos dejan su legado artístico. Y, créanme, Javier Macipe director ha empezado con esta magnífica obra a legarnos una película para la Historia.
Al tiempo.